Cambios Drásticos

Ya de por sí hablar de cambios, da un poco de miedo, flojera, incomodidad, etc. Y añadirle el calificativo “drástico” es todo lo anterior pero con más ganas. Y es que cuando te acostumbras a ciertas rutinas, ambientes, circunstancias, llega el punto en el que no quieres salir de esa comodidad, PERO, no siempre lo que nos rodea es lo que nos beneficia.

Llegan momentos en tu vida en que comprendes que no puedes seguir como estás, y entonces necesitas un cambio pero no a la mitad, necesitas algo drástico. ¿Quieres que Dios te use? ¿Quieres marcar una diferencia? ¿Quieres ser luz? ¿Quieres alcanzar lo que se te ha prometido? Ponte las pilas, y aléjate de lo que te impide alcanzarlo. Las cosas como son, juegas aquí y juegas allá, olvídate así jamás vas a obtener lo que Dios te ha dado.

Cambia de amistades. No es necesario cargar con personas que te resten energía, fuerza, y ganas. Esas “amistades” que te roban la paz, porque sus pláticas solo son chismes y crítica. Y alerta, así como hablan de otros a sus espaldas, así hablan de tí cuando te vas, y esas cosas se pegan, no te das cuenta cuando ya eres igual. No se trata de que te abras de todo el mundo, pero se honesto contigo mismo, hay relaciones que lejos de que tú las beneficies, ellas te afectan. Si la gente que te rodea te está provocando conflicto en tu interior o con tu familia, o te hace dudar en tus convicciones, creo que aplica el tener un “cambio drástico”.

Cambia de ambientes. Cuida los lugares que frecuentas. Pondré un ejemplo muy sencillo para explicar lo que intento decirte, en mi caso sé perfectamente que tengo un problema con los chocolates, y sé que si voy a una tienda llena de estos tesoros, voy a comerme la mitad de todo, entonces procuro no ir. Quizá tú tienes un problema con algo más serio que solo chocolates, quizá luchas con el alcóhol, drogas, etc., y por acoplarte con ciertos amigos  te expones, aquí aplica un “cambio drástico”. Deja de ir a lugares que te inciten a dañarte.

Cambia de actitudes. La vida ya tiene ese toque de dificultad, y si eres mujer todavía más, porque al ser mujer te enfrentas a cambios drásticos de niña a mujer, de mujer a mamá, cambios hormonales por segundo. La verdad que somos muy valiosas, y sí mujeres  ¡somos la onda! Pero sospecho que me salí un poco del tema. Como te decía, la vida ya es difícil, como para añadirle esas actitudes de que “hasta lo que no te comes te hace daño”. Todos pasamos cosas feas, la diferencia es como las enfrentamos. Te está yendo mal, tienes problemas, y aparte tu actitud está por los suelos, te pronostico que viene en camino una depresión. Si ésta es tu situación, no te proyectes pensando que ya no tienes solución, tranquilo, la biblia dice en Filipenses 4:6-7 “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

Este mismo día, habla con Dios, y entrégale tus cargas, Jesús ya pago un precio, y ya padeció para que nosotros no lo hagamos, tén animo, y empieza a tener hábitos buenos, te recomiendo que todos los días leas una porción de la Biblia, y  guardes un espacio para que le entregues a Dios todas tus actividades. Y si antes no lo hacías pues empieza HOY, has un “cambio drástico”. Invierte en tu vida. Los cambios drásticos, muchas veces no son sencillos, pero valen la pena. No tengas compasión de darle la espalda a lo que te aleja de Dios. Y sobre todo recuerda que no estás solo, no intentes esto en tus fuerzas, sino pídele ayuda a Dios,  y que sea EL quien te dé su fortaleza.

Jaylenne