En esta época de lluvia, suelen suceder accidentes, puedes resbalarte y caer, y todas las caídas duelen, pero las que son vistas por un grupo de personas, por alguna razón duelen más.
¿No te desespera ver cuando un niño está aprendiendo a caminar? Y pensar que tú y yo sobrevivimos a esa etapa.
Todos nos hemos caído y dime ¿Qué haces después de esto? Luego de unos segundos, te levantas y aplicas la frase de “no me dolió”.
Vendrán épocas de lluvia, situaciones en las que te será muy fácil resbalar y caerte, pero mira lo que dice Salmos 62:5-8
5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.
6 El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
7 En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah
Estamos propensos a ser defraudados, a sentirnos desprotegidos, pero no olvides que al derramar tu corazón delante de Dios, siempre encontrarás esperanza, refugio, sustento y paz. Así que hoy te quiero animar a que sigas adelante, te sacudas el polvo y continúes, ¡aun te falta mucho camino por recorrer!