Es una noche donde la luna está grandota, el cielo está estrellado, el amor está en el aire, y tú estás en el ciberespacio con él o la chica de tus sueños, mandando corazoncitos y cursis frases como: mi vida, mi amor, mi cielo, te extraño, te necesito, no puedo estar sin ti, te acabo de ver pero no soporto estar lejos. Entras en un mood de romántico nocturno, cuando de repente sucede lo peor en tu mundo, la tragedia más grande. ¿Qué es lo peor que te puede pasar cuando estás en ese momento rosita, hablando con el amor de tu vida? Lo peor sin duda es que la señal del internet desaparezca, así es, que se corte, quedarte a la mitad de la plática, en ese momento tu estilo romántico cambia a estilo psicópata nivel 5, revisas el modem, lo prendes, lo apagas, hablas a la compañía (donde por supuesto te ignoran, deberías ver tu cara cuando esto sucede es muy chistosa) quisieras salir a preguntarle al vecino si tiene fallas o que de plano te dé su contraseña, lo intentas por una hora, quieres llorar,( ¿no que muy macho?) mientras tanto en el otro lado del ciberespacio has dejado a una persona la cual sí tiene buena señal, y se quedo con cara de “¿what?” y entonces empiezan esos pensamientos malignos de: ¿se habrá molestado por lo que le dije?¿estará hablando con alguien más?, ósea puedes no responder las llamadas de tu mamá, puedes dejar de responder mensajes a tu jefe, a tus hermanos, pero no se trate de esa persona especial porque no puedes dejar de responder un mensaje aunque este solo diga “hi” le respondes y luego te contesta “sorry me equivoque el mensaje no era para ti” ¡más triste!, y sucede un ¡colapso nervioso! Y claro que es justificado en tu pensamiento ponerte mal porque perdiste contacto con tu amada o con tu peor es nada, cuando despiertas lo primero que haces es revisar para saber si ya tienes internet, y ¿qué crees? todavía no tienes, la expresión de tu cara es aún mejor, deberías tomarte una foto. Si no te ha pasado esto es porque no tienes celular, o nunca nadie te ha gustado, ¿Qué cómo se de ésto? Te cuento, un día..Que dijiste ahora si se pone buena la nota, pero no te preocupes hablar de mi es muy aburrido, por eso omitiré la fuente del conocimiento de este tema.
Sea por el ciberespacio, o por otro medio, o incluso en persona, es muy feo, quedarte a medias en una conversación, por lo general procuras ser amable y terminar la plática, pero ¿qué hay de esas veces cuando todo queda a la mitad? ¿Por qué te cuento de este colapso nervioso? Bueno, porque considero que si así nos pusiéramos cuando cortamos una plática con Dios, nuestros resultados serian sumamente diferentes. Comienzas tu oración y empiezas bien, en un punto se te atraviesa un pensamiento y paras de orar, luego se te viene el tiempo encima, una actividad, trabajo, y no te desesperas por volver a ese momento de intimidad con Dios, es mas puede que no te acuerdes en varios días que dejaste inconclusa esa conversación. Me pregunto si en verdad le estamos dando el primer lugar en nuestro corazón, y créeme que entiendo que a veces es complicado apartar tiempo para conversar con El, muchas personas dicen que es raro hablar al aire, que se les acaban las palabras muy pronto, que terminan de pedirle todo en 2 minutos, que no se saben ninguna oración.
Cuando te pierdes de tener comunión con Dios, te estás perdiendo de experimentar una vida con propósito. Para hablar con El hay que tener fe.
Esto no es para personas con una religión, me dirijo a ti que has creído en Jesús y te has vuelto su seguidor, intentando cambiar tu manera de vivir y de pensar, te escribo a ti que crees en un Ser Supremo porque reconoces que es imposible que todo exista de la nada, a ti que modificas tu estilo de vida todos los días intentando ser mejor. Las mejores cosas en tu vida sucederán el día en que comprendas que la oración es la llave que abrirá muchas puertas. Si nunca te has sentido desesperado porque llegue ese momento para hablar con Dios, pregúntate si en verdad lo amas, y en qué lugar lo tienes.
Se llegó la hora de terminar esa oración inconclusa, ya no hables al aire, cree que Dios está ahí, no uses palabras perfectas, sé tú mismo, no solo le pidas todo el tiempo, no lo hagas por obligación. Es más fácil creer en lo visible, es más fácil comer, dormir, ver tv, estar en internet, antes que decidir orar, pero has un sacrificio, pocos sacrificios se DISFRUTAN tanto como DEJAR TODO por un momento a su lado. Si nunca has desesperado por llegar a su presencia, entonces nunca te has apasionado. Dios te escucha, pero para que te escuche, necesitas hablar con El.
Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?
(Salmos 42:2-3)
Me gusta como relacionas las ideas y conviertes una nota en un mensaje de reflexión, reflexión que nos conecta a nosotros pero también reflexión de como estamos conectados con Dios.
Gracias por leer mi blog!