No se si a los hombres les pasa pero a las mujeres nos duele todo, es más descubrimos músculos nuevos cada día, pero hoy quiero hablarte de algo que casi a nadie nos duele: nuestro país, nuestro gobierno, nuestras leyes.
-¡Tenemos una vida, -tenemos problemas, -tenemos dolores reales como para estar orando por otros! Pensamos algunos.
Justo ayer veía una noticia de una joven que se hizo pasar por muerta para que su agresor la tirara, ella cuenta su historia del trato que recibió de las autoridades, denigrante es poco. Los comentarios de la gente mandaban a nuestro gobierno muy lejos, mientras leía la historia y lo que la gente opinaba mi corazón se dolía porque todos estamos expuestos a ser victimas de un sistema que nos puede hundir.
Y podemos unirnos a las voces de las personas que se quejan y maldicen a nuestro país, pero ¿y si nos sumamos a las voces que claman a favor de él? Hasta que metamos a Dios a nuestro sistema, nuestro país dejará de estar enfermo. Necesitamos ser hombres y mujeres que oremos por nuestros gobernantes, por nuestras leyes, necesitamos prepararnos y estudiar para entrar al sistema y empezar a marcar la diferencia.
No necesitamos más machismo ni más feminismo, necesitamos más gente con principios que se sumerjan en áreas de gobierno, que tengan puestos de influencia, que ayuden a otros. Parece una labor tan imposible, pero si no empezamos por nosotros no podremos ver cambios a nuestro alrededor. Te sugiero que la próxima vez que quieras criticar a tus autoridades, te preguntes si estás teniendo mínimo la responsabilidad de orar por ellas, sino lo haces entonces guarda tus palabras. Somos buenos para hablar pero nada que oramos. Así no funciona, hoy te animo a que juntos elevemos una oración, que Dios nos incomode y que nos duela nuestro país al grado que clamemos por él.
Soy mexicana y mi México me duele. Pero dolor sin acción quedará en queja, nosotros ya no necesitamos más dolor, no necesitamos más comentarios que lastimen, nosotros necesitamos a Dios, necesitamos un milagro.
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
(2 Crónicas 7:14)
Hola Jay, estoy muy de acuerdo con esto. exactamente hace algunos días una nota me dejo pensando sobre que pasaría si México se viera envuelto en una guerra a causa del poder de un hombre sobre una nación como ya hace algún tiempo sucedió y con ese hombre me refiero a Donald Trump, volviedo a la nota decía que el podría ser un nuevo Hitler y la verdad el simple hecho de leer la nota me dejo un poco asustada mi mente a veces vuela demasiado rápido y no puedo soportar el hecho de siquiera pensar cuan horrible seria eso pero en lo que quiero hacer énfasis es en que porque no rezar por el, porque nada malo suceda que sus comentarios no pasen solamente de eso. ahora si que como decía la madre Teresa:
Cuando vayan a protestar por la paz no me llamen. En cambio si estaremos reunida por ella ahí estaré.
Gracias Jay.
La clave es volvernos personas de más oración y menos egoístas! Gracias a ti por leer la nota y darte el tiempo de comentar!