Decir que todo está bien cuando todo está mal, no sólo es algo que desagrada a Dios, sino que pone en peligro la eternidad de las personas que creen esas mentiras.
El pueblo de Israel siendo cautivos en Babilonia prefería escuchar a los profetas que les hablaban cosas buenas, que les pintaban un futuro de esperanza y sin castigo, lo cierto era que esos profetas mentían pues no hablaban de parte de Dios, hablaban de parte de su imaginación y sus deseos, y cuando en verdad Dios les daba un mensaje la gente no lo recibía porque NO era lo que querían escuchar.
Todos preferimos escuchar cosas buenas: ¡lo hiciste bien, tú actitud fue la correcta, se merecía eso, no fue tú culpa, sigue así, no cambies, tú no te equivocas! Y no siempre es así, todos fallamos, no se trata de tener una actitud de jueces e ir por la vida señalando quien actúa bien y quien no según tú, se trata de ser de bendición y ser canales y medios por los cuales podamos llevar a las personas a que vean que su manera de actuar no está honrando a Dios, no en base a nuestra palabra sino en base a la palabra de Dios.
Preferimos un “todo está o estará bien” a decir :estás actuando mal y hasta que no cambies, modifiques, obedezcas, te comprometas, hasta entonces “todo estará bien”… en ocasiones vemos a la persona que nos está contando un problema tan afligida que quisiéramos que ese dolor se fuera lo más pronto de su vida y que ella entendiera que todo se acomodará a su favor, eso es lo que nosotros queremos, pero hay ocasiones en que para llegar a un “todo estará bien” se necesita atravesar un proceso que cuesta.
Duele no escuchar lo que queremos pero cuando viene de parte de Dios el dolor es totalmente momentáneo y pequeño ante lo que nos está librando en un futuro.
Se puede aparentar que todo está bien aún así la verdad siempre será más fuerte, el hombre que vive engañando a su esposa puede simular que es afortunado, pero más temprano que tarde explotará en un caos.
Mientras vivamos en contra de los mandamientos que Dios nos mandó las cosas no estarán bien. Todos necesitamos alinearnos a su voluntad, y aceptar las debilidades sin seguir fingiendo una falsa fortaleza.
La frase “todo estará bien” deja de ser una declaración positiva y se convierte en una realidad HASTA QUE estamos dispuestos a ceder a la voluntad de Dios y a permitir que trabaje en nosotros.
DIOS TE BENDIGA MUCHO…
💕bendiciones:)