En cierta ciudad, la parada de camiones estaba ubicada en la siguiente dirección: Calle “Espera” esquina con “paciencia”, habían bancas para que las personas que llegaban a tomar sus camiones pudieran sentarse en caso de que su camión tardara.
¿Alguna vez te ha pasado que llegas a la parada de camiones y está lleno de personas, pero de repente todas se suben al mismo camión y te quedas solo esperando?
Caminar con rumbo a cumplir nuestro propósito a veces resulta más complicado de lo que esperamos, no podemos caminar hacía un lugar, sin saber primero quiénes somos y a dónde vamos, en la búsqueda de identidad muchos desisten, se conforman con ser lo que otros dicen que son, se ahorran la búsqueda de identidad e imitan el destino de alguien más. Se cansaron antes de empezar a buscar y la comodidad fue más grande que la inquietud.
Pero hay quienes se atrevieron a buscar, descubrieron una identidad basada en Dios y conocieron hacía dónde van, pero llegaron a la estación y resulta que aún falta esperar.
De pronto había mucha gente en las bancas sentados a tú lado o cerca de ti, y has ido viendo como sus camiones han ido llegando y has pensado ¿por qué ellos empezaron su camino antes que yo? pero lo que probablemente no sabes es cuánto tiempo tenían otros esperando antes de que tú llegarás ahí.
Mientras ves que otros van ya en el camino quisieras irte también, por que esperar con paciencia no resulta una cualidad muy divertida. Y de pronto parece que ves a lo lejos tu camión, y te emocionas, sonríes discretamente, te levantas de la banca y das un suspiro, tomas tu equipaje y guardas el libro que estabas leyendo, das un paso para encaminarte a subir al camión, pero cuando llega, ¡te das cuenta que te equivocaste! las letras dicen otro nombre, vuelves a suspirar y retrocedes, y de nuevo te sientas en la banca y sigues esperando. Llegar a esa estación ya te costó mucho trabajo como para subirte al camión equivocado, rodear sin sentido y llegar a los lugares incorrectos.
¿Te ha pasado? Porque a mí si. He estado en la banca, sé lo que se siente, todavía en áreas de mi vida sigo esperando por que se cumpla el propósito de Dios para mí, me he equivocado, y quisiera ya ir en camino, pero aún me queda aprender antes de subirme.
Quizá tardaste tiempo para aceptar el llamado de Dios a tu vida, pero al fin lo hiciste, ahora estás en la espera de que abra puertas para tu ministerio.Quizá batallaste para identificar lo que querías estudiar, pero al fin lo hiciste, ahora estás en la espera de respuestas a trabajos.Quizá duraste un tiempo para aprender a amarte, pero al fin lo hiciste, te has dado cuenta de tu valor incalculable dado por Dios, ahora estás en la espera de conocer a la persona que amará lo que eres y sabrá valorar lo que hay en ti.Quizá te costó mucho trabajo comprender que a Dios se le da lo primero y lo mejor, pero al fin lo hiciste y ahora estás en la espera de ver su provisión.Quizá tardaste tiempo en descubrir las amistades que valían la pena, pero al fin lo hiciste y te tuviste que deshacer de quienes eran tóxicos para ti, ahora estás en la espera de que a tu vida sean añadidos amigos de verdad.Quizá algunas veces has confundido lo que estás esperando porque de lejos parecía ser lo correcto, sólo tú sabes la desilusión o dolor que causó darte cuenta que aún no era tu tiempo, y de pronto te encuentras sentado de nuevo esperando.
¡Pero tranquilo! no te desesperes, un día dejarás la banca y es tu decisión si recordarás esa época como un momento lleno de incertidumbre o recordarás ese tiempo como un momento que aprendiste que la vida no es llegar, sino disfrutar el camino. Dependiendo tu destino será tu espera, no te conformes con otro destino, ni te compares con los demás, la creatividad de Dios alcanza para que cada uno tenga su propia historia.
La espera no depende de ti pero la manera en que lo haces sí. Mucha gente permite que en esta etapa sentimientos de tristeza, depresión, desilusión, incertidumbre les hagan compañía, pero es tú trabajo cuidar los sentimientos que llegan a sentarse a tu banca, no les des lugar a la duda, invita a la confianza a estar de tu lado, mientras esperas confía que Dios te conducirá a que cumplas el propósito para el que te diseñó, disfruta cada segundo y alégrate porque puede ser que el siguiente camión sea el tuyo.
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. (Habacuc 3:17-19)
Me gusto mucho mucho esta nota 🙂 y me motiva leerte, ya que yo acabo de volver abrir mi blog después de 2 años de no escribir. Esta padre ver cómo hay mujeres que se levantan creyendo en el propósito de Dios para nosotras y hablan sanidad y restauración por medio de el amor de Jesús! Espero podamos estar en contacto y tomar consejos en algunas cositas ya que soy nueva en esto jaja! Saludos Jay!
Bienvenida:) claro estoy para servirte!
Woo sin duda me ha tocado estar en la banca, y estoy convencido que esperar impacientemente es como no esperar, me quedo con «la espera no depende de mi pero si la manera de como lo haga» gracias por compartirlo, hare lo mismo hoy en mi celula
Saludos:) y que sea de bendición a tu célula!!
Aquí casual en la banca :p . Bendiciones
Jaja todo puede cambiar de un momento a otro!
Jeje de un año a otro. Feliz año Dtb
Q dificil es la espera verdad? Pero a orar por paciencia y para saber escuchar la voz d Dios cuando llegue el momento de dejar la banca!!! por que El es fiel y sin duda alguna tiene a esa persona especial para que formemos hogares a esperar en Él
Esperar no resulta divertido, pero es necesario y al final resulta un tiempo de crecimiento, así que a disfrutar cada etapa!
En este preciso momento de mi vida necesitaba tanto leer esto que escribiste en verdad. Muchas gracias por escribir y compartir!! Que Dios te siga usando y bendiciendo!
Un abrazo fuerte💕