Mientras el lobo está de cacería hace todo por comerse a la oveja, no le importa el clima, el cansancio, sólo le importa el hambre, no elige su alimento por lo carnosa que se puede ver o por lo bonita que la ovejita es, elige la primera que se descuida, la que no está protegida, el lobo sólo quiere saciarse y una vez que queda satisfecho deja a la oveja hecha pedazos.
Quien te quiere de verdad, sabrá esperarte, cuidarte, conquistarte y respetarte. No pensará sólo en satisfacerse. Hay hombres y mujeres para quienes la elección de pareja se vuelve una cacería, y cuando deja de servir se desecha. ¡Si alguien quiere tu corazón, que conquiste primero el de Dios! La conquista no se termina una vez que se hacen novios, o esposos, la conquista debe durar toda la vida. El amor debe seguir encendido y así como se cuida que el fuego no se apague, así se debe cuidar el amor.
En 2 Timoteo 1:6, el apóstol Pablo le escribe a Timoteo lo siguiente: Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos.
Es tan importante mantener la relación de pareja encendida, pero esta importancia no se compara con la de mantener la llama de nuestra relación con Dios. Tu relación con Dios determina tus relaciones con los demás.
Por lo general lo que no nos cuesta, no nos provoca mantenerlo, y lo que fácil llega fácil se va, de Dios recibimos por gracia y la gracia es poco valorada y fácilmente la ignoramos, recibimos el perdón y las nuevas oportunidades porque a Jesús le plació entregar su vida para que nosotros tuviéramos una eternidad a su lado, pero como a nosotros no nos costó, no nos dolió, no pagamos por eso, no cuidamos las cosas eternas, lo invisible, dejamos ir la presencia de Dios, tanto nos acostumbramos que creemos que siempre la tendremos y lo cierto es que cambiamos lo verdadero por lo momentáneo.
Es muy fácil descuidar la pasión por Dios, hoy puedes amarlo y sentirte fuerte y en unos días puedes estar desilusionado y con una actitud antipática ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué hay personas que un día están dispuestos a todo por Dios y otro día no les importa? Como un análisis rápido puedo responder que fue porque se descuido la relación con Dios.
Hoy te comparto algunas recomendaciones para que conserves tu amor y pasión por Cristo:
1.No dejes de asombrarte por la gracia que recibes. No confundas la “gracia” con el “abuso”, al pisotear la gracia terminas por dejar de respetarte y respetar a Dios. Cada que despiertes AGRADECE que todo lo que tienes es un regalo, ponte a cuentas cada día y disfruta de vivir en libertad sin ser juzgado o señalado.
2.No pierdas tus momentos de intimidad con Dios. Por más ocupado que estés, DEDICA TIEMPO para postrarte ante su presencia, que tus pensamientos estén conectados a Él (mientras manejas, limpias, trabajas).
3.Adora. Mantente en constante adoración, dile lo hermoso que es, canta, EXPRESALE lo que es para ti.
4.Lee su palabra. Si aún no haces devocionales, ¡empieza ya! No leas la Biblia por obligación, siempre analiza :¿Qué aprendí hoy? INVESTIGA tus dudas.
5.No dejes de congregarte. Asiste a tu Iglesia local, convive con otros que se enfrentan a necesidades parecidas a las tuyas, ama a los que te rodean. Si ya estás dedicando tiempo para ir aprovéchalo, NO PIERDAS TU TIEMPO.
6.No muevas tu mirada de Dios. Es tan fácil desilusionarte, por eso FIJA tu mirada sólo en Dios, no idolatres a nadie. Enfócate en la trinidad y PUNTO.
7.Rodéate de personas apasionadas por Dios. Si algo se te va a pegar de tus amistades PROCURA que sean cosas que valgan la pena. Pregúntate si es “amigo” el que insiste en que hagas lo que te aleja de Dios, si te quiere alejar de tu fuente de vida ¿le importarás?
8.No te olvides de: PREDICAR. Habla de Jesús a todos. El mantenerte hablando de tu pasión hará que estés encendiendo la llama.
9.No alimentes tu espíritu de chatarra. CUIDA lo que ves, lo que escuchas, lo que lees, lo que dejas crecer en tu corazón.
10.No hagas lo que sientas. Vendrán días que no sentirás orar, leer la biblia, ir a la Iglesia, no tendrás ganas de predicar, ni te nacerá agradecer, ni adorar, no sentirás motivación de juntarte con personas que aman a Dios y cuando nada de eso quieras hacer: HAZLO.
Apasionarse por Dios no es cuestión de sentimientos, es CONVICCION.
Jay Orozco 
Hace días Dios me dio esta palabra: «Amar es como fuego y no ceniza » y exactamente haces un comentario parecido en uno de tus párrafos. Hoy en día el ser humano se ocupa más por las cosas que por las relaciones.. Cuando viene esta frase a mi mente inmediatamente vienen una imagen y explicada en lo siguiente: Imaginemos que nuestra vida sin amor es como una casa donde siempre hace frío (es decir) que para mantenernos en ese cálido ambiente de unión, los habitantes o tu mismo necesitas estar en un lugar donde exista el fuego. Hace tiempo leí en una nota que el fuego une y el frío simplemente aleja. El fuego es como una imagen gráfica de lo que es amor, de lo que es amar, que te preocupas por mantenerte en ese ambiente, que siempre estas ahí pendiente de que nunca se extinga para que lo demás no se vayan no se alején. Nosotros los que tenemos una relación con Dios deseamos siempre estar unidos al amor, en primer lugar Dios como ser omnisciente, pero también con ciertas cosas que sentimos que necesitamos y que estimulan nuestra vida como seres humanos. Lamentablemente llega el momento de que Dios otorga pero como lo sentimos tan seguro porque fue enviado por Dios que descuidamos nuestra labor de ¡Cuidar!. Imagino a Dios diciendo: Es tuyo cuídalo, protegelo y trabaja para que no se extinga lucha para no verlo vuelto una ceniza.
Me encanto leerte Liliana! Gracias por compartir tu opinión, estoy segura que así como fuiste de bendición para mi lo serás para los que te lean!
Wow, AWESOME Jay! Muy buen blog. Me encanta, «Tu relacion con Dios determina tu relacion con los demas» muy cierto. Y claro MUY importante que veamos el valor de Cristo en nuestras vidas. Keep it up, bendiciones!
🙂 bendiciones Luis!