Reflexión

Camarón que se duerme…

…se lo lleva lo corriente, recita un popular refrán, que en pocas palabras quiere decir que por un descuido puedes dejar una gran oportunidad. Es probable que en algún punto de tu vida hayas dejado pasar algo que hasta la fecha te arrepientes, quizá tuviste oportunidad de comprar un carro a muy bajo precio pero te tardaste en decidir y alguien más lo compró, o si hubieras estudiado para quedar en la Universidad en vez de quedarte dormido ahora estuvieras por terminar una carrera, o si te hubieras puesto listo no hubieras dejado ir a la chica de tus sueños, en fin, algo habremos dejado pasar por que nos quedamos dormimos.

Dormir siempre es reconfortante, renueva fuerzas, nos permite descansar, pero incluso dormir mucho cansa, el cuerpo solo pide mínimo 8 horas diarias de tranquilidad en forma de sueño, no es malo dormir, al contrario es para nuestro bien. La falla resulta cuando dormimos en momentos que necesitamos estar con toda la actitud. Espiritualmente llegan temporadas donde parece que hombres y mujeres se desconectan de Dios, y dejan pasar oportunidades celestiales: momentos de intimidad con Dios, su juventud, sus sueños, se olvidan de las promesas, lo triste es que algunos no despiertan y mueren con la falsa idea de pensar que vivir sin Dios era vivir. No sé cual sea la condición de tu espíritu, puede ser que estés más activo que nunca y hambriento de Dios, o quizá estas en blanco, totalmente desconectado, dormido. No sabes como pasó, la realidad es que un “pequeño” descuido, puede ser la causa de una gran pérdida.

Con mucho amor, te envían estas letras:

No te duermas, la voz de Dios retumba en tu vida día a día, aún con errores o actitudes que te apartan de Él, Dios te está llamando. Te está despertando y te dice: ¡hoy tú que duermes, que duermes en medio de la lejanía de la cotidianidad, tú que duermes levántate!

Ha llegado la hora de brillar en medio de tu debilidad. Contagia tu pasión por mí, anima al débil.

La palabra de Dios nos dice en 1 Tesalonicenses 5:6-8 “ No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio. Los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación..”

 Su voz te está llamando a ser hijo de luz , Dios desea verte en donde te soñó, sólo necesitas despertar, animarse unos a otros, orar sin cesar, actuar en fe para que seas sensible a su Espíritu Santo y siempre mantenerte despierto.

¿Estas listo?

 ¡Despierta tu que duermes, despierta a la gracia infinita de Dios!

(Aportación: EVA MERLO. MEXICO)

 

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