Inspiracional

CONTENTAmiento

Cuando tenga el trabajo de mis sueños, cuando me paguen el sueldo que quiero, cuando mi dinero alcance para irme de vacaciones, cuando tenga el carro del año, cuando tenga la ropa de última moda, cuando mi casa sea más grande, cuando tenga casa propia, cuando deje de hacer rico a otro con el pago de mi deuda, cuando tenga novia, cuando tenga esposo, cuando tenga hijos, cuando tenga otro hijo, cuando mis hijos tengan nietos, cuando mis nietos salgan de la escuela, cuando todo vaya en orden, cuando no tenga problemas… ¡Cuando eso suceda voy a ser feliz!

El contentamiento es una decisión que se toma en tu interior a pesar de tu situación exterior. Muchas veces “aparentamos” una felicidad porque nos preocupamos de que otros vean que estamos bien, pero en realidad solo hay falsedad, y nunca estamos conformes por que esperamos que algo que queremos suceda para estar contentos. El verdadero contentamiento no te lleva a querer desesperadamente que otros vean tus ganancias, el verdadero contentamiento no depende de una cantidad o un triunfo, simplemente surge de una decisión, como respuesta de un corazón que ha conocido la gracia de Dios.

La palabra de Dios nos invita a ser personas que vivan en contentamiento real y sin fingimiento.

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. (1 Timoteo 6:6-8)

 Pudiéramos pensar que quien escribió esto, estaba cómodamente sentado mientras tomaba una rica bebida, con música de fondo instrumental y un ambiente perfecto, pero resulta que estas letras fueron escritas por Pablo, este hombre de Dios escribió muchas de sus cartas mientras estaba preso, en este momento de su vida se encontraba libre, pero dado el mensaje que predicaba (JESÚS) provocaba retorcijones en la panza de sus perseguidores y acusadores, Pablo estaba siempre bajo la mirada de las autoridades, a pesar de haber estado ya en la cárcel y de saber que probablemente regresaría, escribió acerca de estar contentos.

¿Qué necesitas para estar alegre? ¿Qué es lo que te esta impidiendo obedecer la palabra de Dios que te dice que si tienes sustento y abrigo estés contento?

Trabaja por alcanzar tus objetivos, pero no olvides llevar el contentamiento contigo. No se trata de conformarnos y dejar ir nuestras metas, se trata de que MIENTRAS ALCANZAS TUS SUEÑOS SEAS FELIZ. Se te dificulta disfrutar porque no ves todo lo que tienes y en vez de estar agradecido estás adormecido por la ambición.

Justo hoy leía una frase que decía: cuando crees que no tienes nada para sentirte agradecido: tómate el pulso.

Ojalá que así como anhelamos mejor situación económica, anhelemos mejor situación espiritual. OCÚPATE por la que realmente importa.

Nos engranamos en lo que no tenemos, y dejamos pasar lo que si. Si esperamos para que todo este “perfecto” en nuestra visión y perspectiva, probablemente vivamos en tristeza, en ocasiones anhelamos felicidad momentánea queriendo cubrir por encima la profunda escasez, pero en Dios puedes experimentar contentamiento sobre todas las cosas y situaciones difíciles. ¿Cómo? Pidiendo que tu corazón se vuelva agradecido, te darás cuenta que un corazón agradecido vive en mayor contentamiento que un corazón quejumbroso.

 

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