Inspiracional

Alégrate 

..¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del SEÑOR es su fuerza! (Nehemías 8:10)

En ocasiones llegamos a pensar que el hecho de “conocer” a Dios nos librará de tristezas o nos permitirá vivir sin aflicciones, o que Dios tiene la obligación de hacernos vivir en una burbuja y una vida color rosa. Muchas de las personas que se alejan de la Iglesia y de Dios muy comúnmente lo hacen porque Dios no actuó o respondió como se esperaban que lo hiciera. Entonces resulta que creemos que al acercarnos a Dios le hacemos un favor y que Él debe pagarnos todos los días de nuestra vida concediendo todo lo que solicitamos.

Aceptar a Jesús como nuestro Salvador, nos permite enfrentar esta vida como sus hijos. Elegimos andar por su camino, obedeciendo su palabra, por amor y porque hemos comprendido que todo resulta pasajero y la vida eterna la queremos vivir a su lado. El hecho de elegir su camino no nos hace que dejemos de sentir, esto es que seguiremos enfrentando sentimientos y emociones. No sé como están tus emociones hoy, no se si estás feliz, triste, enojado, molesto, asombrado, nervioso, pero sé qué Dios te ha dado dominio propio (parte del fruto del Espíritu) para que domines y controles tus emociones y no ellas a ti.

En el libro de Nehemías en este preciso verso que leímos al principio, exhorta o anima al pueblo y les dice que el gozo (la alegría) de Dios es su fuerza (o fortaleza), si tomáramos esas palabras para la situación en la que te encuentras, la pregunta sería: ¿Cuál es el gozo de Dios? Y ¿Cómo encuentro fuerza en el gozo de Dios?

#1. Cuando amas a un ser querido su alegría es tuya.

Lo tengo que decir, en unos meses seré tía, y me siento alegre y feliz por mi hermano y mi cuñada. Los amo, y no puedo esperar para tener a ese bebé en mis brazos, ver su naricita y sentir sus manitas, me rio de solo pensarlo. ¡Exacto! Cuando amas a Dios, te alegras con lo que Dios se alegra. De pronto nuestro concepto de Dios resulta un ser sin rostro y listo para castigar, pero ¿Alguna vez te has imaginado a Dios feliz o sonriendo? Yo creo que algunas veces cuando choco con los marcos de las puertas le debe dar risa, Él es gozo, en el cielo no hay llanto ni dolor. Mientras Jesús estuvo en la tierra, se alegraba por la sanidad, por los milagros, pero su gozo era rescatar a los perdidos. Cuando amemos la alegría de Dios haremos lo mismo que hizo Jesús: mostrar al Padre y la salvación que hay en Él, y eso no nos resolverá la vida, pero si nos enfocará en nuestro propósito y una persona que vive su propósito tendrá mayores posibilidades de sentirse pleno y útil. ¡No todo está bien, pero estoy cumpliendo mi propósito (que es el que Dios diseñó para mí) y eso me provoca alegría!

#2. El secreto de la fuerza.

El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu quebrantado consume las fuerzas. (Proverbios 17:22 NTV) 

La tristeza no te deja fuerzas, pensar en el problema las 24 horas del día no ayuda, no lo resuelve, no lo aminora, al contrario, cansa y debilita. Excelente escenario para que la duda se plante y el enemigo gane terreno. Pero entiendo que cuando las cosas no nos salen como queremos nos entristecemos, es ahí en el momento “chafa” cuando debemos orar que Dios traiga su alegría, que nos dirija y que nos ayude a llegar a este tipo de conclusiones: ¡Lo mejor está por venir! ¡Este momento no determina el resto de mi vida! ¡Todo dolor es momentáneo pero el gozo de vivir una eternidad a su lado valdrá la pena! ¡Todo pasa! ¡Así como me ha dado la victoria antes me la dará ahora! Declaraciones positivas, no son pecado, son palabras de vida, y comprendemos que la tristeza no se va con esas declaraciones, pero el hecho de que lo escuchemos de alguna manera nos redirecciona a nuestro futuro con esperanza y fe. El problema de muchos es que primero queremos la fuerza sin cambiar la situación del corazón. Cree primero y luego viene la fuerza.

¿Cómo NO tener un corazón alegre? Alimentándolo de cosas malas: preocupación, pensamientos de odio, rencor, culpa, veraz que si lo llenas de lo que no proviene de Dios no tendrás un corazón feliz. Entonces para tener un corazón alegre debes llenarlo de Dios. Y para llenarte de Dios necesitas comenzar a tener una relación con Él.

Dios quiere que disfrutes la vida que Él te dio, que te alegres en esta temporada en la que recordamos el nacimiento de Jesús, y anhela también fortalecerte, no con una fortaleza circunstancial, sino con una que proviene de Él y que aun en momentos difíciles se presenta en tu carácter y te recuerda que si te aferras a su amor cosas buenas sucederán, como dicen por ahí crecerás o aprenderás pero jamás perderás.

¡ALEGRATE! Dios no se ha olvidado de ti.

4 respuestas a “Alégrate 

  1. Muchas jay!! Me encanto, la verdad es que ultimamente me preocupo demasiado, por ejemplo tengo un dolor de cabeza muy feo que solo
    me preocupaba, empezaba a deprimirme y a pensar que Dios no estaba conmigo, un insignificante dolor estaba deprimiendome! pero muchas gracias por tu nota, la verdad que me ayudan demasiado! Bendicioness❤️

  2. Es maravilloso ver como Dios te usa para bendecir a muchos, incluida yo, Una de mis luchas es el la Alegría, aveces he notado algo de amargura en mi corazón cuando quito el enfoque de Cristo y me dejo llevar por lo que el mundo opina, por los estándares que impone,etc, que el enemigo usa para atacar mi mente, pero notas como las tuyas son las que Dios usa para jalarme las orejas jaja y recordar en que debo enfocarme en Cristo, para cerrar mi corazón y mente a los ataques del enemigo y no dejarme guiar por mis sentimientos!
    Gracias Jay!! Felicidades por tu sobrino que viene en camino, te mando un fuerte abrazo!

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