Espiritual · Inspiracional

DESESPERANTE

Hoy les voy a confesar un secreto, fui de ese porcentaje de personas en el mundo que se aventó la trilogía de las Marías. María Mercedes, Mari Mar y María la del barrio. Resumiendo las historias todas hablaban de una mujer pobre que se topaba con un hombre rico, la pobre se hacía rica y se vengaba de todas las personas que la trataron mal. Cada una con sus respectivas tragedias ya sabes el hijo que regalo mientras se quedó loca, la casa en la playa que se quemó, la mamá que se murió, las hermanas del novio malévolas, pero en conclusión era lo mismo. No importa cuantas novelas más saquen mientras se llamen “María” algo así sucederá. ¡Qué desesperación! Y no por la novela sino por las que como yo las veíamos, sabiendo que sucedería lo mismo pero ahí seguíamos revelándonos al sistema que decía “no veas novelas”. Muy parecido me resulta leer las historias de los reyes de Israel y de Judá.

D E S E S P E R A N T E… Si ellos obedecían y adoraban solo a Dios les iba bien, si empezaban con su montón de ídolos y a desobedecer les iba horrible. La gente de aquella época se parecía a mi, que esperaba algo nuevo en las novelas de las Marías. Es como ver la repetición de un partido de futbol y esperar que ahora si gane tu equipo. Estaban viendo que les iba mal si se alejaban de Dios, y ahí van. Esperaban resultados diferentes haciendo lo mismo. Entonces aparecía un rey que obedecía y todo bien, y su hijo en vez de que siguiera su ejemplo hacía lo malo hasta llevar al pueblo a la desgracia, el hijo del hijo viendo que a su papá le había ido mal, seguía con esa mala conducta y le iba mal y así sucesivamente.

Lo que me lleva a razonar, creo que soy muy desesperante para Dios (Gracias a Dios que él no es como yo y me ama y me tiene paciencia ¡uff que si no!) pero a veces actúo igual queriendo resultados diferentes.

¿Te identificas? ¡Y me va mal y sigo y sigo! Entonces comienzo a comprender el por qué Dios permitió que la historia de estos reyes estuviera en su palabra, por que sin duda podemos aprender de ellos.

Pero si el rey en turno se arrepentía y seguía el camino que Dios mandaba, entonces en la gracia infinita de Dios, los perdonaba y daba tiempos de abundante paz. Igual que pasa en nuestros días. Puede ser que vivamos súper chafa, haciendo todo lo que no agrada a Dios, pero…si nos arrepentimos y seguimos el camino que Jesús nos indica, Dios nos perdona y vienen tiempos nuevos para nuestras vidas.

Rápidamente solo quiero tocar la historia del rey Acaz de Judá, él no hizo lo que agrada al Señor, a tal grado que sacrificó en el fuego a sus hijos. Cuando muere, llega al trono Ezequías. Como nuevo rey, era de esperarse que siguiera la línea de desobediencia de su padre, pero en vez de eso: Él hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, igual que su antepasado David.(2 Crónicas 29:2 NTV)

 Y aquí la reflexión del día de hoy.

Les hablaré primero a los hijos:

Me toca escuchar a jóvenes quejándose de su presente por la culpa de sus padres. Y sin duda los padres influyen en nuestra formación, pero llega un punto amigos en el que debemos parar esta cadena de culpa. No puedes vivir justificando tus acciones por lo que hizo tu papá o lo que no hizo tu mamá. Tú no los elegiste y tampoco elegiste lo que te sucedió, pero si puedes beneficiarte a partir de tus decisiones de hoy. Eres el primer responsable del lugar en donde estés.

Tus antepasados no tienen por que determinar tu futuro, ¡no si tienes la determinación de forjar tu propia vida y no vivir la vida de alguien que vino antes que tú!

El hecho que tu papá sea alcohólico no te obliga a que destruyas tu vida igual, a menos que tu abraces esa maldición generacional. Por eso te invito a que hoy renuncies a todo lo que el enemigo planeó para destruir tu familia, tu presente y tu futuro.

Así como Ezequías no siguió el camino de su padre (porque lo llevaba a destrucción. Cabe señalar que Acaz tuvo un reinado feo, donde saquearon sus riquezas, se llevaron prisioneros, perdió su poder frente al rey de Asiria, en pocas palabras como suelo decir: TODO MAL con Acaz.)

Entonces Ezequías siguió el ejemplo de otro antepasado que fue David, que siguió a Dios, no fue perfecto sabemos, pero David entendía “no a la idolatría”, “sí al arrepentimiento”, “sí a la honestidad con Dios”, “sí a rendir solo culto a Él”.

Y esos principios ayudaron a Ezequías, tanto así que la vida de miles de personas se vio beneficiada por la decisión y determinación que tuvo al pactar con Dios.

Quizá piensas “yo no puedo imitar a nadie de mis antepasados por que ni a cual irle”, pero recuerda que fuiste comprado por la sangre de Jesús, que te convertiste en hijo de Dios y que tu ADN espiritual fue direccionado a Dios. Por lo tanto puedes imitar la conducta ni más ni menos que de Jesús. ¡No tenemos excusa!

Y termino hablándoles a los padres:

Si tienes generaciones que te están observando, te pregunto ¿Qué legado les estás dejando? ¿Estás haciendo lo que le agrada a Dios? ¿Quisieras que tu hijo siguiera tu ejemplo?Cargar con esas preguntas puede ser pesado, pero sabes que no tienes por que hacerlo solo, pide ayuda al Espíritu Santo, para que te dirija y te de la sabiduría de ser de tal manera que quisieras que tus hijos fueran.

 

Un privilegio compartir el día de hoy con ustedes. Oro que Dios rompa mentiras en tus pensamientos y seas libre para ser una mujer y un hombre que cambie el rumbo de sus generaciones. Que Dios te bendiga.

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