Servir

Actualmente se usa que después que conoces algún restaurante, hotel o empresa que brinde algún servicio te piden que califiques su atención. A ellos les beneficia por que las personas que los buscan por internet tienen un antecedente en base a las calificaciones y comentarios que se dicen acerca de ellos. Buscando que les des una buena puntuación su servicio al cliente mejora. ¡Y que bonito es que te traten bien! Pero luego te topas con Instituciones a las que no les interesa darte un buen trato ya que tienen suficiente concurrencia de personas y sales sintiéndote nada después de cómo te trataron, no es necesario que ponga ejemplos por que estoy segura que se te vinieron varios lugares a la mente. No puedo olvidar esa escena en la película de Selena cuando pide probarse un vestido caro y la vendedora la ve menos por ser latina, al final de la escena Selena es reconocida por la gente de la tienda como alguien famosa y entonces toma una actitud de venganza con la vendedora ¿Se acuerdan? “Selena la biri biri bamba”. Fue tan marcado el mal trato que recibió que lo pusieron en la película de su vida.

Todos deberíamos servir como si lo estuviéramos haciendo a quien más nos genere admiración y como si nos estuvieran calificando. Pero es lamentable que a la mayoría de los ciudadanos no nos interesa ser servidores, y es que eso habla de inferioridad, queremos que nos sirvan pero no queremos servir. Pues en relación a esto Jesús dijo:

Jesús les dijo: En este mundo, los reyes y los grandes hombres tratan a su pueblo con prepotencia; sin embargo, son llamados “amigos del pueblo”. Pero entre ustedes será diferente. El más importante de ustedes deberá tomar el puesto más bajo, y el líder debe ser como un sirviente. ¿Quién es más importante: el que se sienta a la mesa o el que la sirve? El que se sienta a la mesa, por supuesto. ¡Pero en este caso no!, pues yo estoy entre ustedes como uno que sirve. (Lucas 22:25-27 NTV)

Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos. (Marcos 10:45 NTV)

Servir no parece lo más atractivo, hay gente que jamás dará gracias por lo que hiciste, pero recuerda que aún cuando hay personas que no son agradecidas, todo lo que haces es valorado y recompensado por Dios. Este día quiero compartirte 8 beneficios que te da el servir a los demás:

1. Te conecta con los que te rodean, fortaleces relaciones y amistades.
2. Te permite salir de la burbuja del “yo” y te hace ver la necesidad y la realidad de la sociedad y de tu comunidad.
3. Potencializa tus dones y talentos.
4. Encuentras propósito.
5. Tu carácter se moldea.
6. Humildad crece y orgullo disminuye.
7. Genera responsabilidad y compromiso.
8. Satisfacción de aportar un granito de arena y dejar de ser parte de una mayoría que se queja sin accionar.

Si hasta este momento no estás sirviendo en tu comunidad, en tu Iglesia, en tu familia, es tiempo de que lo hagas. Como un inicio puedes comenzar en tu hogar, en ocasiones queremos ir a servir a otro país y no somos buenos para ayudar en las labores de la casa, que tal lavar el baño, tender tu cama, limpiar la cocina, esto no lo escribo solo por los adolescentes que leen el blog, un servicio en casa siempre es necesario y no importa la edad o el rol que tengas seguro tu servicio aportará.

Servir en la Iglesia, es importante también, resulta que la gente que más critica es la que menos sirve. Servir no me da poder para juzgar, me da oportunidad de cambiar aquello que se puede mejorar para el bien común. Intégrate a un grupo y salgan de las paredes de la Iglesia para servir a su comunidad.

Servir no es lo más cómodo pero si Jesús lo hizo ¿quiénes somos nosotros para negarnos?

Todo lo que hagamos, así lo percibamos como algo muy “pequeñito” hagámoslo como para Dios.

¿Qué beneficios te ha dado el servir a los demás? Agrégalos a los comentarios aquí abajo. Cada que alguien venga a leer el blog se se enriquecerán con tu opinión.