3 de cada 10 mujeres padecen estreñimiento, las causas pueden variar, desde tener una dieta cero saludable hasta enfermedades. ¿Por qué decidí hablar de esto? Más adelante te platico. Tener hábitos diferentes te pueden cambiar la vida, si no puedes ir con un nutriólogo, te ayudará bajarle a las harinas, consumir más verduras y frutas, comer en horarios fijos y tomar agua suficiente para que limpie tu sistema digestivo. Algunos recomiendan un té al despertar y al dormir, tu abuelita, tía, o prima más cercana seguro te da un remedio. A veces lo único que falta es que te actives, que camines, o realices algún deporte que te ponga en movimiento. Auto medicarte a largo plazo resulta contraproducente, no tengas miedo de acudir a un médico especialista.
¿Por qué hay más mujeres que hombres que lo padecen? Por qué resulta que muchas veces es ocasionado por el estrés, la ansiedad, la preocupación, los nervios, y bingo si las mujeres tuviéramos títulos y medallas por ser las más estresadas llenaríamos vitrinas. Y este es el motivo real por el cual te estoy hablando de este tema. Como mujeres tendemos a querer “controlar” las circunstancias o personas que nos rodean. No es algo reciente, vamos a la Biblia, y así tan pronto nos topamos con Sarai (esposa de Abraham), que tanto criticamos cuando decide que su sierva Agar tenga la descendencia prometida. No era una decisión que entraba en su competencia, pero ella pensó que podía ayudar. ¿A poco no se parece a ti y a mi? Queriendo resolver cosas fuera de nuestra competencia por que creemos que ayudamos.
¿Cuántas veces al día dudamos de lo que Dios nos tiene preparado? ¿Cuánto tiempo pasamos preocupadas o estresadas por algo que no se resolverá con esos sentimientos? ¡Quisiera tener tan dominado este tema, pero NO! Cada día es una batalla constante en la que si la peleamos en nuestra fuerza perderemos. Solo con el Espíritu Santo actuando en nosotros podemos aprender a confiar y descansar en Dios. Entre más chica aprendas que ser controladora no te va a dejar nada bueno, más pronto podrás soltar lo que no te permite ir a otro nivel con Dios.
En ocasiones ya viene de familia, el ser aprensivas, (yo puedo levantar aquí mi mano) pero no solo me acomodo y me quedo ahí, es un constante renunciar a lo que Dios no me llamó. No se si por herencia (por lo que viste en tu crecimiento) seas nerviosa, preocupona, estresada, controladora o todo eso junto. Pero sé que todo eso no te determina tu posición ante Dios.
Dios cambió el nombre de Sarai por Sara, ya no más lo que antes era, ese es nuestro Dios y quiere hacerlo también contigo y conmigo. Ya no más lo que antes eras, él quiere cambiar tu presente y tu futuro.
En Isaías 62:4 nos habla de cómo Dios da una palabra sobre Jerusalén, y precisamente habla de un cambio de nombre
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra la llamarán «Desolada»,
sino que serás llamada «Mi deleite»;
tu tierra se llamará «Mi esposa»;
porque el Señor se deleitará en ti,
y tu tierra tendrá esposo.
En el nombre de Jesús, hay poder para cambiar lo que por años te ha robado y te ha dado otra identidad. El reto que te propongo esta semana: cada vez que preocupación quiera tocar la puerta, oración será mayor.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. (Filipenses 4:6 NTV)