El impacto de las palabras

Las mujeres somos valientes, soportamos dolores intensos, sacamos un instinto protector ante los percances, defendemos, cuidamos, amamos, damos el todo por el todo por que somos fuertes, fuertes como un roble y frágiles como el pétalo de una flor, tanta fortaleza pareciera que desaparece ante las palabras negativas. De eso precisamente quiero hablarte.

Podemos enfrentar situaciones complicadas con valor, pero irónicamente ante las palabras negativas respondemos haciéndonos para atrás, permitiendo que ganen terreno sobre nuestras vidas. Entonces puede ser que tu día vaya súper bien pero te encuentras a fulanita (tu tía, amiga, prima, vecina) quien hace algún comentario tipo “estás más llenita” o “ya se te notan las arrugas amiga” “esas llantitas no estaban” “¿todavía no te casas?” “ya te quedaste a forrar biblias” “¿otro hijo? No tienes tele” “tan chiquita y ya embarazada”

Un solo de esos comentarios, que salió de broma o porque fulanita es simple o imprudente, te lo crees tanto que la pregunta es ¿dónde queda esa mujer fuerte?

Palabras negativas, nos pueden desbaratar si le damos el poder de herirnos. Nunca recibí un diagnóstico que me dijera que no podría embarazarme, pero los doctores amablemente (unos no tanto) desde mis 21 años me recomendaron apresurar mi proceso de tener hijos, dado una operación que me hicieron que me quitaron dos quistes en los ovarios. Yo podía estar muy feliz, pero llegaba la cita con un ginecólogo y me deprimía, sus palabras no eran las que yo quería escuchar y las abrazaba por días y días, meses y de pronto las olvidaba pero luego las volvía a recordar. Pensaba ¡Que me consigan un esposo, quieren que me embarace y ni en una relación estoy! mi tiempo fue diferente al de otras.

Si tus amigas se están poniendo de novias, comprometiéndose o teniendo hijos no significa que tú tengas que hacerlo también, cada una tiene diferentes relojes y mientras más pronto lo aceptes, más disfrutarás tus temporadas.

Toda una vida escuchando las palabras de Dios sobre mi vida, por cierto buenas y positivas, pero que curioso que lo bueno no lo abrazaba, no tenía sobre mi el impacto que las palabras negativas tenían. ¿Te ha pasado? 9 personas pueden decirte algo bueno, pero 1 sola te dice algo malo y se te olvidan las 9. A mis 22 años estaba por hacer un evento de jovencitas solteras y en una reunión previa por medio de una mujer que apoyaba el evento, Dios me regaló esta cita “Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya.” (Salmos 2:8)

 ¿Qué más podía pedir? Dios me estaba dando todo.

¿Te has olvidado de lo que Dios te ha dicho? Por que Él NO LO HA OLVIDADO, sus promesas para tu vida están vigentes. Si Dios es por ti ¿habrá algo en tu contra?

No me casé a los 21, ni a los 22, ni a los 25, ni a los 29, me casé a los 30 y hace unas semanas nos dimos cuenta que ¡estamos embarazados! Dios nos da vida en sus palabras, nos da posición de hijas y eso nos hace bendecidas. Creer lo malo no cuesta nada, el reto es CREER por lo bueno que ya es tuyo.

Cuando algo quiere robar debes identificar: no proviene de Dios. ¿Hay palabras ya sea de médicos, de familiares, de amigos, de conocidos, que te han querido robar la paz y las promesas de Dios?

¡Si eres hija de Dios Salmos 2:8 también es para ti, pídele y te dará!

Toma esto de parte de Dios: Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya.