13 He puesto mi arco iris en las nubes. Esa es la señal de mi pacto con ustedes y con toda la tierra. (Génesis 9:13 NTV)
Hay una historia detrás del arco iris, y la Biblia nos la narra en el libro de Génesis (capítulo 6) Dios vio que la maldad en el ser humano era muy grande, que sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al hombre y se dolió en el corazón (Génesis 6:5)
Nunca se impuso al hombre seguir a Dios, desde un principio la decisión era de cada persona, la lógica pudiera llevarnos a seguir una vida hacia lo correcto, quiero que me vaya bien haré cosas para que así sea. Sé que comer sano me hace sentir bien, entonces comeré sano. Pero, tu y yo sabemos que dentro de cada uno existen dos poderes: el que se inclina a hacer lo bueno y el que se inclina a hacer lo que nos daña, ¿quién gana la mayoría del tiempo? Lo que más alimentemos será quien por lo general esté ganando en las decisiones.
La maldad se incremento tanto que Dios decidió eliminar al ser humano, pero a Noé a quién conocía le dio la posibilidad de continuar viviendo, conocemos la historia del arca de Noé, así fue que solo su familia, quedó con vida, borrando el pasado de pecado y dando inicio a otra temporada, este acto fue sellado con un PACTO, donde Dios se comprometió a nunca más exterminar al hombre por medio de un diluvio, como muestra dio el arco iris.
16 Cuando yo vea el arco iris en las nubes, me acordaré del pacto eterno entre Dios y toda criatura viviente sobre la tierra». 17 Entonces Dios le dijo a Noé: «Este arco iris es la señal del pacto que yo confirmo con todas las criaturas de la tierra».(Génesis 9:16-17)
Así que el arco iris, es un pacto entre Dios y el hombre, la maldad dio cielos negros y cerrados, pero la gracia de Dios trajo colores.
Colores que se han vuelto famosos por usarlos como icono, pero ¿qué recordamos cuando lo llegamos a ver? Verlo es como algo irreal, nos provoca una sonrisa de pensar que increíble es la naturaleza, tan irreal como para algunos parece Dios, físicamente es hermoso, el pacto es hermoso, pero el origen es para meditar, ante la desobediencia y la maldad hubo destrucción. Y aquí hay un choque para aquellos que cuestionan a Dios desde una perspectiva lejana: ¿Cómo un Dios bueno puede destruir? Si hubiera sido un pacto entonces no hubiera muertes, no hubiera maldad en el mundo, ni pobreza, ni enfermedad, étc.
La realidad es que el ser humano decide hacia que inclinarse, culpar a Dios por la misma maldad ocasionada por el hombre, no tiene sentido. Nos guste o no Dios puede por su poder destruir y volver a construir, es un ser Supremo, no intento convencerte de su existencia, pues es un tema de fe y de convicción. Claro que esta respuesta da en el punto exacto del control que el hombre quiere tener de todo, parece que molesta que algo que no ves, que incluso decides no creer sea tan fuerte como hacer lo que decida, y así es, al final, el ser humano solo estamos de paso y podemos estar conectados con el creador, o peleados con él, una vez más: decisión personal.
El meditar en el arco iris va más alla de no destrucción ante un diluvio sino de lo que hay detrás de eso: GRACIA inmerecida y sin limites, aún para aquellas personas que han decidido darle otro significado, en el momento que vuelven a su origen y ven de nuevo esa combinación de colores hay gracia.
Ante nuestras fallas, tenemos un Dios dador de gracia, de nuevas oportunidades, ante orígenes de maldad, Dios nos dio un arca (así como a Noé) por medio de su hijo Jesucristo, quien se quiera subir será salvo, quién quiera creer verá una nueva tierra.
Ubicas a ese tipo en el trabajo o en la escuela que siempre está desesperado por sobresalir, que copia ideas, que roba proyectos, que quiere imitar todo lo que le sale bien al número uno: al creativo de la empresa, haz de cuenta satanás. Invierte colores, quita, da “nuevos” significados del origen del arco iris, pero el diseño original permanece, no importa la moda que se levante, los años que pasen, lo que se nos quiera imponer que significa, la verdad prevalece.
Amo los arco iris, amo la gracia de Dios aún en las equivocaciones, amo que basta reconocerle para poder ver lo increíble no del fenómeno que se da después de una lluvia, sino ver lo increíble del fenómeno que se da después de un arrepentimiento.
¡Usa los arco iris, su significado nos recuerda que tenemos un Dios de pactos y de gracia!