Inspiracional

¿Cuándo dejaré de llorar?

Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha.(Salmos 126:5-6)

Las lágrimas preferimos no tenerlas a menos que sean de felicidad, lo cierto es qué hay procesos que no podemos evitar y que duelen y si, vienen acompañados de lágrimas. Pero, cuando eso termina (porque créeme qué pasa) viene una alegría que se vive y se siente hasta gritar.

Recuerdas esa ocasión donde te decías “no podré seguir, es demasiado”, ese momento cuando fue imposible tener el control de tus emociones y la situación te abrumo tanto que probaste el sabor amargo de tus lágrimas que recorrían tu rostro, y ahí en ese instante oscuro y profundo, te sentiste solo, ¿valdrá la pena? -Te llegaste a preguntar, ¿cuánto más podré resistir?

No hay cosecha más valiosa que aquella en la que sembraste con esfuerzo y dedicación.

Valoras y agradeces de manera más intensa y consciente la salud cuando sales de una enfermedad. El dinero cuando pasas una crisis, tu carrera cuando obtienes al fin tu título, tus pertenencias cuando lo compras con tu primer sueldo. Una relación después de una ruptura de corazón o una larga espera.

Cuando te cuesta mucho se disfruta más.

Queremos cosechar la alegría sin siquiera haber sembrado las lágrimas. Las lágrimas verdaderamente sembradas en fe traerán a su tiempo una verdadera cosecha de regocijo.Esta es una promesa poderosa y grande de que nuestras lágrimas y tristezas no necesariamente se echarán en vano, sino que pueden ser sembradas para recibir una regocijante cosecha en una temporada mejor. (David Guzik)*

Permíteme recordarte con mucho amor lo siguiente:

1. Hoy quizá lloras y piensas que es el fin,pero no lo es. En el sufrimiento solemos llenarnos de dudas y eso nos impide ver el capítulo siguiente. La buena noticia es que cuando entregamos nuestra vida a Dios, nuestro futuro está en sus manos, y ¿acaso habrá mejores que las de tu Creador?

2. Es probable que estés agotado y eso nuble tu confianza en Dios y en ti, pero sigue avanzando aún si en cada paso hay lágrimas, estas no son signo de debilidad sino respuesta a que lo sigues intentando.

3. Preocupación no mejora tu situación, en cambio oración te ayuda a descansar y renueva tus fuerzas.

4. Recuerda que la semilla debe morir para florecer, pero ¿si no arrojamos la semilla como veremos el resultado?

No sé porque hay temporadas de lágrimas, me gustaría pensar que es porque todos necesitamos limpiarnos, pero sé que podemos atravesarlas poniendo nuestra mirada en Jesús y creyendo en sus promesas.

Si hay alguien que te entiende perfectamente es Jesús:

-Salió llorando, un varón de dolores, y conocedor de la angustia, llevando la preciosa semilla, y sembrándolas alrededor de él, hasta que en cierta medida su propio cuerpo fue enterrado, como un grano de mostaza, en el surco de la tumba. Pero él se levantó, y ahora está en el cielo; de allí él sin duda volverá de nuevo con regocijo, con la voz de arcángel y trompeta de Dios, trayendo sus gavillas con él. (Horne)*

¡Vendrá la alegría y celebrarás con gozo tu cosecha! No pierdas la fe.

*Comentario bíblico https://enduringword.com/comentario-biblico/salmo-126/

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