Ahora que está de moda el “síganme para más consejos” aprovecho para compartirte 3 que son prácticos y harán que tu vida sea más ligera y tú caminar sin cargas. Y no los estoy inventando yo, los encontramos en Levíticos 19:17, lo analizaremos desde tres versiones distintas para comprender mejor la palabra de Dios, cuando leemos diferentes versiones nuestra perspectiva se hace mayor y nos permite meditar de una forma más profunda, te animo a que cuando leas la Biblia y no te quede claro algún verso, busques en otras versiones.
“Nueva Traducción Viviente”
No fomentes odio en tu corazón contra ninguno de tus parientes.* Aclara los asuntos con la gente en forma directa, a fin de que no seas culpable de su pecado.
“Nueva Versión Internacional”
No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado.
“Reina-Valera 1960”
No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado.
1.No fomentes odio en tu corazón.
El odio nunca llega solo, le gusta llegar con amigos devoradores, que se prenden de tus pensamientos, de tu alma y de tus palabras y te chupan hasta intoxicarte, es insaciable y le gusta reproducirse, así que te hace un portador y promotor, cuando menos piensas estás llenando de odio a otros, fomentando un alma enferma. Y nunca obtiene plenitud, parece que gana satisfacción cuando se encuentra con otros corazones llenos de odio, pero siempre quiere más. Odio en palabras es la antesala para convertirse en acción.
Si quieres leer más acerca del odio aquí te dejo este link https://jayorozco.com/2017/04/19/odio/
Si no odiamos, nos evitamos montones de problemas y de dolores. Dios quiere que vivas en libertad, en tranquilidad, y sabe que el odio es lo contrario.
2. Inicia por eliminar el odio contra tus parientes
Es normal que las fricciones ocurran con la gente más cercana, pero recuerda que un ejército dividido, no prevalece (Marcos 3:24-25) una casa dividida, no permanece. Somos llamados familia para no abandonarnos en el momento de alegría y en el de sufrimiento.
Si resistes al diablo, el huye (Santiago 4:7) y aún mejor si está dividido tampoco sobrevivirá. Ciérrale la puerta de tu alma y de tu familia con perdón, con humildad, con misericordia, estos elementos no son soportados por el reino de la oscuridad.
Sino amas a quienes están cerca como podrá tu palabra ser real con los que están lejos, por eso:
3. Aclara los asuntos con la gente en forma directa.
No odio, no conflicto, no división son posibles con buena comunicación. No por mensaje de texto, ni whatsapp, ten el valor de hablar de frente, no te escondas detrás de una computadora o un celular. Si no estás listo para hacerlo, prepárate, busca apoyo, trata las raíces que te impiden enfrentar el conflicto a la cara y derribarlo de un golpe. Si todo el tiempo estás lleno de “dimes y diretes”, algo estás haciendo mal. No quieras arreglar los problemas de otros cuando tú le estás dando vuelta a los tuyos. Si ya haz intentado aclarar y de todas maneras no te ha ido bien, toma tu distancia, sin odio, al contrario por amor, es decir, sin hablar mal, sin ofender, sin ser mal educado, incluso en la distancia podemos mostrar amor y honra.
Consejos sencillos y poderosos, son los que la palabra de Dios nos da, si comenzamos a ponerlos en práctica nuestra vida, la de nuestra familia, nuestra sociedad, tendrían un beneficio increíble. Pero no por ser fácil de leer es de fácil aplicación:
En el 2019, al día en México ocurrían 100 homicidos, uno cada quince minutos.(1)
6 de cada 10 niñas y niños de 1 a 14 años han experimentado algún método de disciplina violenta.(2)
Corazones llenos de odio dan fruto de muerte, maltrato, violencia, abandono, etc.
Detrás de un corazón que odia hay un corazón dañado y solo Jesús puede renovarlo, solo Jesús puede sanarlo, no solo puede, EL quiere. Jesús mismo experimentó el odio de su pueblo, de los religiosos, y fue llevado a la Cruz, y estuvo dispuesto a entregar su vida, nadie se la quitó, El se dió por amor (Juan 10:18) Por eso solo Jesús tiene la autoridad de desaparecer toda herida que el odio produce pues El oró a Dios Padre que los perdonara pues no sabían lo que hacían (Lucas 23:34)
El corazón que odia no sabe lo que está acarreando para si. Pero Jesús si sabe y quiere que no sufras más por eso.
Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y vivirás.
Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio. No te olvides de mis palabras ni te alejes de ellas.
No des la espalda a la sabiduría, pues ella te protegerá; ámala, y ella te guardará. (Prov.4:4-6)
Para más consejos, lee la Biblia, no seas flojo.
Bibliografía:
2. https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/analisis-sobre-la-situacion-de-la-infancia-en-mexico
Jay Orozco 