¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando escuchas hablar de Josué?
A) guerrero
B) sucesor de Moisés
C)espía
Cualquiera de esas opciones es correcta, la vida de Josué fue de conquista. Le tocó enfrentar retos que ponían a prueba su valentía y en lo que la Biblia nos muestra, siempre fue un hombre que le creyó a Dios.
Pero no creo que ninguna batalla física haya sido tan intensa como cuando fue llamado a ser quien continuaría con el liderazgo de Israel. Recordemos que antes de Josué fue Moisés y su liderazgo era prácticamente inigualable, hablaba con Dios cara a cara, por medio de él, Dios mostró milagros nunca antes vistos: abrió el mar, mandó mana, salió agua de una roca, además de la sabiduría para guiar a un pueblo rebelde y quejumbroso, días de angustia, momentos estresantes, pero de todo Moisés salía bien librado. Todo eso era el lugar que ahora Josué tenía que ocupar.
¿Qué hubieras hecho si te dan un liderazgo para continuar, si antes de ti fue poderoso e inigualable?
Aquí te va mi resumen si esto me hubiera pasado a mí: primero me hubiera EMOCIONADO, segundo ya sin tanta adrenalina hubiera DUDADO “¿Dios no se habrá equivocado? ¡alguien más puede hacerlo mejor que yo!”, tercero me habría entrado CULPA “¡no soy digna para una posición así! no estoy lista, no lo merezco, nunca me han confiado tanto”, cuarto me hubiera COMPARADO: “es demasiado, jamás lograré lo que hicieron antes de mi, sería una locura aceptar esto” y quinto me hubiera llenado de MIEDO, demasiado miedo, “no podré, que terror equivocarme, ¿y si lo arruino?”
¿Te identificas?
Te escribo a ti, que vas iniciando en el liderazgo, o en algo nuevo, que al igual que yo has pasado de la emoción al miedo.
Quiero animarte y recordarte lo que a Josué le ayudó, porque si él pudo, tú también. Ser el sucesor de Moisés no debió ser tarea fácil.
Quizá te sientas sin la capacidad suficiente para tomar el lugar al que Dios te está llamando, o tus pensamientos de “no puedo” se han hecho más grandes que la palabra de Dios para ti, hoy quiero reafirmarte lo que Dios le dijo a Josué:
1.Es hora (Josué 1:2)
Naciste para esta época, si este nuevo trabajo, posición, ministerio, llamado, liderazgo se está presentando a ti, no esperes a no tener miedo para hacerlo, valentía es actuar aún cuando hay miedo.
2.Hay promesas para ti, tómalas. (Josué 1:3)
No se trata de que las promesas de Dios son solo para algunos, son para los que se atreven a creerlas.
3.No lo harás solo, Dios no te fallará ni te abandonará. (Josué 1:5)
Iniciar en algo nuevo puede ser muy estresante, pero si te dicen que todo el tiempo tendrás ayuda, puede mejorar la tensión. Dios se encargó de capacitar a Josué antes de que llegara su hora. Todo lo que hasta hoy has vivido ha sido preparación, y si Dios está contigo, tú puedes hacerlo.
4.Sé fuerte y valiente (Josué 1:6)
La fuerza la encontramos en intimidad con Dios, recargando nuestro espíritu, y caminando en fe. Aguanta la lluvia, las criticas, las quejas, los malos comentarios, saca valor. No todo será malo, celebra tus triunfos y enfrenta tus errores.
5. Sé fuerte y muy valiente. (Josué 1:7)
Dios no se equivoco al decirlo de nuevo, el ir al frente requiere que seas “muy” valiente, cuando otros se van, tú te quedas, cuando otros dudan, tú crees, cuando otros reniegan, tú hablas su palabra. No solo se ocupa valentía, se ocupa mucha valentía.
6.Obedece. (Josué 1:7)
Serás cabeza y con más ganas hay que vivir en obediencia al Padre, a tu autoridad y liderazgo, honrando las instrucciones y caminando en la misma dirección.
7. Estudia la Biblia.(Josué 1:8)
No por que al fin estés en una posición pienses que ya tienes todo resuelto. Al contrario, no solo la estudies, medita en su palabra, ¿cómo vas en tu lectura diaria? ¿tus devocionales?
Jamás te escudes bajo otra opinión cuando Dios te esta diciendo claramente que te metas a estudiar su palabra. A veces no es divertido, pero crea hábitos. Ser líder no es solo plataforma, es muchas veces silencio y preparación.
8. ¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Se requiere más de una vez escuchar estas palabras, no es error que Dios lo haya mencionado muchas veces, es que conoce la mente humana, olvidadiza y temerosa. Además que es un Padre amoroso, y si te envía a una nueva aventura, no te mandará desprotegido, te acompañará y te cuidará. Cuando llegues a esos muros que no te esperabas, no tengas miedo ni te desanimes, Dios está ahí.
Si acaso Josué dudo, Dios se encargo de matar esas dudas. Y es que aunque dudes de lo que puedes hacer, Dios ya te vio entrando a tu tierra prometida. Cuando solo ves una escena, Dios ya conoce el final de tu película. Mi recomendación para ti que vas iniciando es sé tú, por eso Dios te eligió, no intentes ser como el que fue antes de ti, ni como los que te rodean, si tienes miedo, o debilidad, muéstrate tal cual a Dios y recibe su palabra de ánimo y amor.
Me parece que los pensamientos de Josué lo estaban queriendo torturar, por eso Dios atacó, perforó y remató todo lo que no provenía del cielo, repitiendo y afirmando lo que se requería de Josué.
Si es necesario Dios te va a repetir y te va afirmar lo que necesita de ti. A Dios absolutamente nada se le complica y cuando él quiere al frente a alguien lo pone y cuando su tiempo llega lo mueve, es por eso la importancia de reconocer nuestras temporadas.
Fluye mi querido amigo, que todo en esta vida es temporal.
Hola! me gustó su exposición. Tiene mucho sentido… es un tema de confianza consciente. Si Dios te ha llamado y promocionado, es porque Él sabe algo que tu no. A veces pienso que ese «esfuérzate y sé valiente» no era tanto sobre lo que iba a ocurrir fuera de Josué, sino acerca de las luchas que internamente iba a librar… porque una cosa es decir en mi mente condicionada que creo en Él, y otra es que mi alma así lo viva. Estar quieto, descansar en Él… uno de los mayores desafíos de la vida. Saludos!
Confiar en Dios y sus promesas uno de los regalos mas bellos y más desafiantes sin duda alguna! Bendiciones!