Inspiracional

¿Cómo saber que salí del proceso?

Uno de mis personas favoritas en la Biblia es el Rey David, me gusta porque puedo ver las diferentes temporadas que vivió, me gusta ver más allá de que sólo fue el niño que mató al gigante. Los procesos por los cuales Dios le permitió crecer y aprender para después llegar a un reino.

Me encanta la fe que tuvo y su corazón. Pero su vida fue dura, constantemente queriendo ser asesinado, por quien él honraba, vivía huyendo, con una promesa (ser Rey) que se veía lejana e incierta, con falta de control en sus decisiones amorosas, con hijos peleándose, matándose, dañándose. Un hombre conforme al corazón de Dios obviamente no por su perfección ni por sus fuerzas. Podemos leer momentos muy desesperantes en su vida, donde se sentía solo, perseguido, hundido (momentos de bajada) pero siempre exponiéndose ante Dios.

¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios!Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios! (Salmos 42:11 NTV)

Es común que en el momento “de bajada” dudemos de Dios, sin embargo en la mayoría de los casos (me atrevo a decir) es en esta temporada dónde la fe más brilla.

En cambio en “la subida” y cuando todo va bien, el corazón se cree auto suficiente y se olvida de su creador.

Cuando hubo escasez o abundancia, David supo adorar y rendirse a Dios.

Si hoy estás “de subida” no te olvides de ÉL.

Si ya no te interesa saber que hace o con quién sale tu ex…

Si ya estás en una nueva relación…

Si ya puedes visitar la tumba de tu familiar y reír o hasta comer recordando memorias en paz…

Si ya soltaste esa amistad que te lastimó…

Si ya estas viviendo la promesa que pensabas imposible de llegar…

¡Vas de subida! No quiere decir que nunca volverás a sentir dolor, sólo que por el momento no hay, y eso está bien. No podemos vivir con miedo a disfrutar por pensar que algo malo sucederá, al contrario debemos vivir en el momento y en el presente.

Sea que te sientas, de subida o de bajada (o en medio) puedas cada día rendirte a Dios. Que no importe la posición en la que te sientas, no olvides que la posición de Dios no cambia, EL siempre está ¡arriba!

Arriba de las circunstancias, arriba de las enfermedades, arriba de los anhelos, arriba de los sueños, arriba del dolor, arriba de lo bueno y lo malo.

Siempre es por encima de todos y de todo y eso jamás significa que te mantiene sometido y bajo presión. Significa que puedes descansar sabiendo que mientras tu perspectiva tiene límites, su perspectiva para tu vida es ETERNA y en plenitud. Significa que sea lo que sea que enfrentes EL es MAYOR.

Mientras estés de subida, no olvides:

-Que todo es por EL

-Mostrar empatía a quienes sufren

-Ayudar

-Disfrutar sin miedo

-Alegrarte

-Compartir

-Dar de gracia lo que de gracia recibiste

-No minimices el dolor ajeno, asumiendo que tu dolor fue mayor

-Abraza

-Se humilde

La vida no es lineal, no es perfecta, no es una carretera sin baches o una montaña rusa sin vueltas, la vida es hoy, es el giro inesperado, es la salida no planeada, es la comida apresurada, tu hoy, tus decisiones, tus amistades, tus relaciones, eso es la vida.

Una buena decisión en tu vida CON Dios te lleva a lo que mil decisiones SIN EL no pudieron.

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