A unos días de convertirme en mamá de una hermosa princesa, ¡mi corazón no cabe de la emoción!
Te cuento un poco de este viaje y espero traiga ¡esperanza a tu vida! Decidimos nombrarla VICTORIA porque eso fue para nosotros de parte de Dios.
Con un diagnóstico complicado, una cirugía que debían hacerme para limpiar endometriosis crónica, salimos del consultorio, me parecía que se repetía la historia, por muchos años me hablaron dificultad sobre mis ovarios, cada cita salía abrumada de información y desconfianza.
En esta ocasión pensando cuál sería mi estrategia, días después inicié un tratamiento alternativo, no para embarazarme, sino para desinflamar, aunado a suplementos, 6 meses pasaron y durante esa temporada Dios me permitió servirle de una forma que pude disfrutarlo tanto. Recuerdo que una vez escuché un testimonio de una pastora que no podía tener hijos, y le llegaban noticias de amigas embarazadas y en medio de su dolor el antídoto fue celebrar.
Celebración es lo contrario a envidiar y mientras tu mente te quiere hacer malas jugadas tu fe dice estoy mas cerca de ver el milagro.
¿Cómo me enteré de mi embarazo?
Estaba por tener un viaje con mi pastora a una conferencia de mujeres, y me da una tos de esas que se te sale todo, me urgía ir al doctor, faltaba un día para mi menstruación, y se me vino el pensamiento “¿y si estoy embarazada?” Obvio este pensamiento venía a mi cada cierto tiempo, tenía pruebas de embarazo en mi casa, me la hice y rápido se marco una línea, “mmm hubiera estado muy padre estar..” en eso veo una ligera casi transparente segunda línea… ¿Qué es esto? ¿Es en serio? Llega mi esposo y le digo vámonos al laboratorio, necesito examen de sangre, mi esposo con tono de broma dice “¡¿estás embarazada?!”
Y cuando vio mi cara me abrazo y yo lloré, lloré pensando “¿es real?” Tenía alegría pero también tenía temor.
¿Temor? Si, temor porque en Febrero 2021 me realizaron un legrado, nunca escuché su corazón, tarde 9 meses en platicar esto sin llorar, lo que hubiera durado mi embarazo, lloré mucho, entendí poco, pero agradecí de nuevo a consciencia el milagro de mi hijo David, Dios me afirmaba que era un regalo.
-Nunca normalicemos nuestros milagros-
Así que nuestra Victoria es un bebé arcoiris, llegó después de la tormenta a llenarnos de ¡gozo y esperanza!
A sido un embarazo peleando batallas mentales pero lleno de fuerza y disfrute. Soy mamá de 3, y entiendo tu corazón si has pasado por esto, te abrazo a la distancia, y te animo a que en tu temporada de espera:
1. No límites a Dios a un milagro.
Nos obsesiona una idea y eso provoca que se nos nublen las áreas de oportunidad donde debemos trabajar, no minimices el poder de Dios, sino lo ha hecho tampoco está ignorando tu anhelo, te invito a que tú tampoco le ignores. Disfruta si ya eres mamá, disfruta si estás en la búsqueda, abre tus oídos espirituales y pide al Espíritu Santo su dirección. A veces queremos espiritualizar todo, pero recordemos que nuestro Dios es un Dios de orden, somos llamadas a ser diligentes con lo que administramos, incluida nuestra salud, pasos pequeños con fe, nos acercan a la victoria.
2. Mientras esperas embarázate de sus sueños
Tener una expectativa de cuántos hijos queremos y a que edad los queremos pueden robarnos el vivir en libertad. Apasiónate por los sueños de Dios para ti, sus planes son de bien (Jeremías 29:11) y llenos de esperanza.
3. Rodéate de amigas con fe salvaje.
Así les llamo a esas amigas que creen más de lo que tú misma crees.
Cuando aún era muy pronto para anunciar una amiga ya me estaba regalando ropa y de niña, yo estaba asustada pero ella ya estaba planeando un baby shower.
Cuando le conté a mi pastora, me dijo “no tengas miedo” todo estará bien.
Otras amigas oraban y me mandaban mensajes que hacían que mi fe creciera.
No tuve personas que me infundieran temor, era yo, eran mis pensamientos, era mi pasado, me mandaron a reposo absoluto y ahí Dios me confirmo durante mi devocional:
Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre,
porque tú eres mi Dios.
¡Tú haces cosas maravillosas!
Las planeaste hace mucho tiempo,
y ahora las has realizado. (Isaías 25:1 NTV)
Victoria Alejandra, fue planeada hace mucho, no por nosotros sus padres, sino por su Padre Celestial, ¡todo lo que hace es maravilloso!
4. No te compares.
Cada corazón requiere un tiempo para sanar distinto, amigas cercanas vivieron el mismo proceso, y cada una reaccionó diferente, se que puede ser una época muy vulnerable, lo que para algunas toma menos tiempo para otras más, pero atiéndete, no te comas el dolor, permítete fluir hasta sanar.
Mi último consejo es:
5. Si lo tienes a EL lo tienes todo.
Se que Dios puede hacer el milagro en tu vida, nada es imposible para él (Marcos 9:23) se también que el milagro, nunca debe opacar al hacedor de milagros, ámalo más que a tu anhelo y encontrarás la plenitud que solo EL puede dar.
Nuestras victorias no dependen de nuestra fuerza, confía en que, quien pelea por ti sabe cuándo y cómo lo hará.
Mi Victoria no llegó cuando nosotros queríamos, llegó cuando Dios nos la dio.
Con mucho amor abro mi corazón a ti, para decirte no estás sola, Dios no te ha olvidado, Dios tiene cuidado de ti, Dios te acompaña, pero sobre todo: Dios es suficiente y te ama.
Jay Orozco 