La Voluntad de Dios

Uno de los temas que a mi me daba temor o miedo, era “la voluntad de Dios”, cuando escuchaba hablar acerca de esto, me parecía algo injusto, como si yo debía dejar que alguien más decidiera por mí, o que mis deseos no importaban, si la voluntad de Dios era distinta yo debía aguantarme y aceptarlo.

¿Qué es la voluntad?

Cuando una persona muere y deja un testamento, queda estipulada “su voluntad”. La palabra voluntad significa: deseo o intención, o cosa que se desea.

Lo que yo no entendía era que si algo debía darme temor era mi voluntad. Por alguna razón (mi carne) estaba segura que si lo deseaba entonces era lo mejor y por ignorancia (falta de conocimiento de mi Padre Celestial) pensaba que la voluntad de Dios era una segunda opción.

Si analizo algunos de los trancazos que me he dado, no se deben a que seguí la voluntad de Dios, se deben a que hice la mía.

De igual forma si veo las victorias más significativas, me doy cuenta que en su momento someter mi deseo al de Dios me trajo sufrimiento, pero valió la pena el resultado.

No importa la edad que tenemos siempre queremos rodear el dolor, evitar el sufrimiento y brincarnos los procesos, a nadie nos gustan. Y con Dios no hay atajos, si él te lleva a un objetivo, tendrás que pasar por un camino, pero tienes la posibilidad de ir por tu propio camino, en donde probablemente evitarás un sufrimiento momentáneo, pero te limitarás a ver lo que en tu camino tú elijes y te privarás de ver lo que Dios en su poder tiene para ti.

Evitamos momentos de sufrimiento y nos olvidamos de eternidades gloriosas por momentos “gloriosos” y eternidades en sufrimiento.

Jesús mismo experimentó esto:

¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía. (Mateo 26:39 NTV)

 

“Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía” , que poderoso. Para confiar de esa manera es necesario conocer al Padre. Jesús no se hubiera expuesto de esa manera si no conociera a Dios, pero si alguien lo conocía era él, eran uno mismo.

Claro que podía decir ¡no gracias! Pero por encima de lo que él quería (que pasara el sufrimiento) estaba la voluntad del Padre.

¿Y qué no su voluntad es buena, agradable y perfecta? Entonces ¿por qué hay sufrimiento?

Su voluntad no implica “un tiempo” sino “una totalidad”. Su voluntad para tu vida no es solo “hoy”, su voluntad para ti, incluye un “siempre”.

En el proceso (en la vida) vendrán momentos complicados, pero cuando podemos decir “quiero tu voluntad”, estamos diciendo confío en ti.

Una oración que podemos hacer sería algo así:

Sé que lo que tú(Dios) ves es más grande a lo que yo veo, sé que lo que tú haz diseñado para mí no se compara con lo que yo he si quiera imaginado, sabes lo que quiero y cuando lo quiero, pero conoces lo que me conviene, sé que me amas, sé que me cuidas, sé que todo es temporal, sé que tú eres eterno, sé que lo que tú quieres me ayuda no solo hoy sino en la eternidad, yo quiero tu voluntad, guíame a ella.

El enemigo, nuestra ignorancia, lo que hemos malentendido, nos ha hecho temer de la voluntad de Dios, pero ¿qué sentido tendría decir que amamos a Dios (quien es el único bueno)y al mismo tiempo temerlo porque quizá en su voluntad nos haga daño?

¿A quién hemos oído para creer que Dios nos lastimará? Si incontables veces a sido él quien nos ha levantado después de que nuestra voluntad se cumpliera.

No tengas miedo de orar para que su voluntad se cumpla, al contrario mantente listo para recibir cosas increíbles. No te estoy diciendo “todo será fácil” pero en ¿qué momento creíste que al hacer tu voluntad lo sería?

Si voy a aprender prefiero hacerlo en su voluntad por su amor, que en mi voluntad por mis caídas.

Si en alguien podemos confiar y descansar en su perfecto amor es en Dios. Deja de rehusarte a vivir en las bendiciones completas y comienza a tener fe en sus promesas.