Así es, como buena mujer, amo recibir regalos, esa sensación de no tener idea que hay dentro de la bolsa o la caja, pero tan solo con saber que alguien pensó en mi, gastó su dinero, invirtió su tiempo, me hace pensar que soy importante.
Qué hermoso es tener muchos regalos para abrir, no saber por dónde empezar, romper la envoltura en segundos y descubrir lo que hay dentro. Recuerdo cuando era niña, y me regalaron mis primeros patines, mis ojos estaban a punto de salirse, mi sonrisa era gigante, y yo estaba demasiado feliz. Creo que en verdad, los regalos producen algo muy lindo.
Hasta la fecha aun no entiendo, porque Jesús, me ha dado tantos regalos, en verdad puedo comprobar que NO merecía tanto amor, para que él me regalara el acceso directo al Padre, y al cielo. Por más regalos que recibamos en esta vida, jamás se podrá comparar con el regalo de la vida eterna, para que ese regalo pudiera llegar a nuestro corazón, fue necesario que nosotros lo aceptáramos. Te imaginas que llegas con un regalo muy costoso a una fiesta, y la otra persona no lo quiere recibir, pero tu insistes que debe recibirlo, que es lo mejor que le puedan estar obsequiando, solo que la envoltura no es tan atractiva y los seres humanos juzgamos por lo que vemos, así que la otra persona dice: “no creo que sea tan divertido como aquel otro regalo tan grande, con ese moño tan gigante”, pero en serio, tu vuelves a insistir y le dices: “no te fijes en la envoltura, tienes que abrirlo para darte cuenta lo que está adentro”, la persona festejada te ve a los ojos y te dice: “gracias pero no”. Te puedes imaginar esa escena, es muy triste que cuando tú te esmeraste en preparar algo tan bello, te rechacen.
Así pasa con Jesús, de pronto seguirlo no es tan atractivo, (juzgamos la envoltura) no nos detenemos a abrir el regalo, creemos que seguir a Jesús, es tan aburrido, que eso significa ser como fulanito que es cristiano, o como sutanita que es una amargada y va a la Iglesia. Juzgamos la vida de otros, pero no nos damos la oportunidad de abrir el mejor regalo de nuestra vida.
Te pueden dar muchas cosas materiales, y no dudo que te hagan tan feliz, pero ¿sabes que paso con mis patines? Los use por un año y ya no me quedaron, quiero decir, que todo en esta vida pasa, pero las cosas eternas, permanecen para siempre. Dios nos regalo a su hijo, para poder obtener la salvación, y por consiguiente la vida eterna.
Romanos 5:15 (Versión PDT). “En cambio, el regalo de Dios no tiene comparación con el pecado de Adán: lo que mucha gente recibió por culpa de un solo hombre fue la muerte. En cambio, lo que mucha gente recibió por el generoso amor de Dios fue el regalo de la vida gracias a un solo hombre, Jesucristo.”
Quizá en algún momento, tu y yo rechazamos a Jesús, pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que vale la pena, y hemos abierto por partes esa gran caja, yo lo recibí a mis 9 años, hoy tengo 25 y puedo decirte que no han acabo las sorpresas, éste es el mejor regalo que he recibido, jamás se acaba, no se desgasta, no pasa de moda, ¡es perfecto!
ME ENCANTOOOOO JAY (: DIOS TE SIGA USANDO TANTO COMO HASTA AHORA..ERES DE BENDICIÒN PARA MI SALUDOS!!!
Bendiciones a tu vida Trini.
– Sinceramente el equipo de administración.