Si alguna vez te dicen: ¡Te ves como un zombi!, debes estar seguro que no es un piropo. Recientemente parece que esto de los “muertos vivientes” ha ido tomando fuerza, aunque su incursión a los medios se remonta hace ya muchos años atrás, últimamente con series de televisión y cine han hecho que éstos se vuelvan famosos. Antes de continuar, quiero compartir un significado que encontré de esta palabra, me parece interesante transcribir tal cual:
Zombi.- Es la representación de un cadáver que de una u otra manera puede resucitar o volver a la vida. Se trata de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. También, según una creencia popular, se dice que una persona que es mordida por un zombi, se convierte en zombi.1
Con esto dicho, vamos al centro de esta nota, ¿Te ha tocado ver personas que parecen “muertos vivientes”? Y no, no me refiero a zombies como en las series, sino a esa gente que parece que todo lo hacen como si no tuvieran sentimientos, alma y sólo “viven” esperando morir. Peor aún, ¿Has estado tú en esa condición? Cuando pierdes el sentido de despertar, respirar, reír, soñar, jugar, cuando te olvidas de hacer lo que te gusta porque no tienes tiempo, y tu sonrisa se cambia por un ceño fruncido, cuando tu expectativa se vuelve desilusión, tu fe se convierte en duda y tu vida es un ir y venir sin algo o alguien que le de propósito, ¿Te suena familiar?
¿Sabías que el libro de Rick Warren “Una vida con propósito” ha vendido más de 3 millones de copias en español, y es número uno en ventas? Esto nos habla de la cantidad de personas que quieren saber ¿Para qué están aquí en la tierra? (Por cierto yo también leí ese libro) y no esta mal leerlo, sólo lo comento para que veas como aún dentro de un mundo que decimos conocer a Dios, de pronto resulta tan complicado vivir con propósito. Ahora imagínate aquellos que nunca han escuchado de Él.
Hombres que pierden sentido a trabajar porque se sienten fracasados, que no creen que Dios los ha hecho cabeza del hogar y no ponen orden en su casa, porque han permitido y han entregado su vida en la esclavitud de la rutina, de la decepción, e incluso han abierto puertas espirituales dando paso al pecado que los ha hecho ser esclavos del diablo. Y ahí tenemos a hombres que no toman autoridad y no responden a llamados de parte de Dios, ignoran los propósitos para los cuales fueron creados y pasan por alto las promesas que les pertenecen.
Mujeres que día a día se pierden a sí mismas, se olvidan, se enfocan tanto en el que dirán, en los demás, en ser suficientes, que se olvidan que son hermosas, amadas, únicas, dignas de ser conquistadas, cuidadas, y abren espacio a la soledad, a un mundo de tantas apariencias que pareciera que son muertas en vida, que pretenden vivir dominando, esclavas de su dolor, de su falso poder, de amargura, que caminan sin rumbo, que no encuentran sentido a despertar, que por fuera respiran pero por dentro hace mucho que dejaron de funcionar.
El enemigo, cumple sus metas cada que convierte a uno más en un zombie (persona que deja de vivir el propósito para el cual fue creado y comienza a morir pensando que no tiene) esa es la definición que yo le doy. Cada vez más personas entran en este estado, muriendo espiritualmente.
¿Estás en esta situación? ¡Necesitas a Dios! La humanidad se ha apartado de su creador, de su propósito, pero vuelve tus ojos a él, encontrarás sentido y vida. Busca ayuda, por favor no creas esos engaños baratos del diablo, el quiere llevarte a una eternidad a su lado (al infierno) pero no esperará a que mueras físicamente para destruirte, lo hará desde hoy, en cada oportunidad que tenga, en cada pensamiento que le permitas, cada vez que dudes, pero hay algo muy importante que debes saber, hay un poder más allá de lo humano, un poder sobrenatural, que viene por medio del Espíritu Santo (Dios) que te da fortaleza para destruir todo engaño, cuando aceptas a Jesús en tu corazón, te vuelves un hijo de Dios, y entonces adquieres beneficios y compromisos. Nada ni nadie te puede tocar, tu vida pasa a ser propiedad de Cristo, y toda esclavitud en la que vivías se va, porque en Jesús hay libertad. Los problemas no se acaban, la gente no cambia, el milagro ocurre en ti la venda que te impedía ver el camino se cae y tus pasos encuentran motivo para seguir.
¿Conoces a alguien que ha perdido el sentido de vivir? ¡Intercede por esas personas! Parece más fácil que ellos te jalen a ti, y te vuelvan una persona desmotivada e inconforme con la vida, pero tú no estás solo, pelea en lo espiritual (en oración) para que esas personas decidan dejar de ser esclavas. Exacto “decidan”, esto no es a fuerzas, por eso tenemos entendimiento y razonamiento para en cuanto lo decidamos podamos avanzar. No te quedes sin hacer nada, empieza a orar y pide al Espíritu Santo que te guíe para hablarles de la libertad que hay en Jesús y sólo en Él.
Por si no te habías percatado ¡Esto es una guerra, y es tiempo de pelear!
Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. (Efesios 6:12 NTV)
1.«Vodou» The Oxford Encyclopedia of African Thought, Volumen 1, Oxford University Press, 2010.
Hermoso mensaje!