Reflexión

Ansiedad

Me tomé 3 tazas de café durante el desayuno y vaya que las disfruté, pero 3 horas después tenía unos nervios exagerados, feos. Mi corazón empezó a latir más rápido y en minutos ya estaba llena de una ansiedad tan desagradable, y luego reaccioné que las últimas veces que he tomado mucho café me pongo mal. Tan hermoso que es tener paz, ¿¡Cómo puede ser que con 3 tazas estuviera así!?

La ansiedad llegó con fuerza en esta época, los niños se estresan más que nunca, adolescentes se quitan la vida por la preocupación que les rodea, jóvenes que viven con depresión porque no han logrado lo que planearon, adultos frustrados, y el factor común en esto es: la ansiedad.

La mugrosa e irritante ansiedad que te roba horas de sueño, que te quita el hambre o te la incrementa, que te priva de vivir, y te va limitando tus actividades, porque andar en carro es peligroso, estar con gente es demasiado, estar solo da miedo, y todo de alguna u otra manera provoca temor e incertidumbre. Haz dejado que reine en tu corazón y sólo para recordártelo: esto no proviene de Dios y no es su voluntad que vivas así (PUNTO, no lo quieras justificar.)

¿Identificas algún síntoma de ansiedad en tu vida? De pronto es natural llegar a sentir nervios, ya sabes: la primer cita, visitas al dentista, los exámenes de segunda vuelta (donde esta en juego tu verano), hablar, cantar, bailar frente a otras personas, pero nervios de 5 minutos y fin desaparecen, muy distinto a que tu estilo de vida empiece a verse afectado por la ansiedad y tu salud comience a resentirlo, puede ser que se empiece a caer el cabello (dejando áreas calvas), puede existir vómito, diarrea o estreñimiento, dolores de cabeza, de estómago, que brote alguna alergia, complicaciones para respirar y muchas cosas más. ¿Te das cuenta como una emoción puede dar frutos malos en nuestra salud?

Si tienes claro que la ansiedad es parte ya de ti, quiero decirte que no necesita quedarse en ti. Algunos recomiendan tomar unas vacaciones, un descanso, integrar actividad física diariamente, comer saludable, bajarle al azúcar, tener actividades de relajación y todos estos consejos son buenos, mantenernos enfocados ayudará. Pero algo que no podemos dejar pasar es que la ansiedad debe ser tratada desde la raíz.

Auto-analízate.

¿En qué momento comenzaste a sentir ansiedad?

¿Cuándo se incrementa?

Todas las emociones son válidas en nuestro cuerpo, nos ayudan incluso, nos alertan, pero cuando nos gobiernan, provocan descontrol. Pudo haber ocurrido un acontecimiento que te marcara y ahora cada vez que vives algo similar te pones mal, o puede ser que nunca conociste otra forma, tus papás fueron así, porque tus abuelitos fueron así, y hay herencia de ansiedad y muchas cosas más en la familia.

Entonces por lo que haya sido, Dios puede cambiar tu presente y tu futuro. Él puede y quiere intervenir para que tu disfrutes y vivas en plenitud. Ya haz intentado algunas formas, ¿Qué tal si dejas que Dios haga un milagro? Dale chance, Él lo hará.

  1. Adora a Dios. Lo contrario a tu alabaza y adoración es la queja, si todo el tiempo te quejas no resolverás nada, en cambio si mantienes una actitud de agradecimiento, Dios obrará a tu favor. Apóyate también con música que te inspire a adorarlo, que la letra de las canciones que cantes fortalezcan tu fe.
  2. Ora a Dios. Plática con Él, dile lo que te agobia, y pide su ayuda. Desahógate, y cuéntale todo. Ora por libertad, no dejes que la ansiedad te haga su esclavo.
  3. Confía. Cree que no hay mejor método que acercarte y cobijarte en Él.
  4. Abre tus ojos. A veces haces grande y tan grande el problema que enfrentas que te privas de ver que toda la gente pasa por un proceso. El pensar en los demás te ayudará a comprender que no eres el único que batallas y que si otros pueden tu también.
  5. Pide apoyo. Te hará bien tener amigos que estén orando por ti y te estén animando.
  6. Asiste a la Iglesia. Ahí tu fe será renovada y fortalecida, comprométete con Dios.
  7. Lee tu Biblia. Mantén un orden y pídele a Dios que te hable cada día.
  8. Ponte limites. En mi caso ya entendí que no debo tomar mucho café, y si lo hago deberá ser descafeinado y con moderación. Si lo que a ti te produce ansiedad es alguna red social (fb, twitter) ¡no entres!. Si te alteras porque lees en internet enfermedades, pues ¡no leas!, si te pone mal escuchar critica, problemas, quejas, palabras negativas, ¡aléjate de esas personas!

Si te alteras y te llenas de ansiedad no resuelves nada, mejor aférrate a Dios, ahí no se resolverá como tu quieres, se resolverá como Dios lo tiene ya planeado. Y eso siempre es mejor. Ya no te muerdas las uñas, deja que crezcan y deja que crezca tu fe.

La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.(Proverbios 12:25)

¡Regala una palabra amable! Ayudemos a combatir la plaga de la ansiedad.

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