La esencia de una mujer es la belleza.
Por: John & Stasi Eldredge.
La belleza de una mujer es primeramente una belleza del alma. Nuestro verdadero ser se refleja de adentro hacia fuera. La belleza es la más esencial y sí, la más malentendida de todas las cualidades femeninas. Fluye de un corazón en reposo.
Una mujer de verdadera belleza es una que en lo profundo de su alma está en descanso, que confía en Dios porque ha llegado al convencimiento de que él es digno de su confianza. Irradia un sentido de calma, una sensación de descanso, e invita a las que te rodean a descansar también.
La belleza atrae
Ofrece compasión, una mujer llena de tierna compasión y dulce vulnerabilidad es una mujer poderosa y adorable.
La belleza no demanda
Para ofrecer tu corazón necesitas ofrecer tu deseo, en lugar de tu exigencia.
La belleza ensancha
Los corazones de las mujeres asombrosamente bellas han sido ensanchados por el sufrimiento. Es en la espera que nuestros corazones son ensanchados. La espera no nos achica. No siempre Dios nos rescata de una situación dolorosa. Sabemos que él no siempre nos da lo que desesperadamente queremos ni cuando lo queremos Dios va tras algo mucho más valioso que nuestra felicidad. Mucho más sustancioso que nuestra salud él está restaurando y haciendo crecer en nosotros un peso de gloria eterna. Y a veces duele. Un corazón que despierta a su dolor, está más consciente, más presente, más vivo.
Una mujer no es un problema para ser resuelto, si no una enorme maravilla para ser disfrutada.