En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. (Isaías 40:31 NTV)
¿Quieres nuevas fuerzas? CONFÍA
No podremos volar por encima de los vientos difíciles, ni correr la pista de la vida, ni caminar y atravesar todo terreno, si antes no aprendemos que es en lo sobrenatural donde se ganan las batallas para lo natural.
Nuevas fuerzas vienen cuando confiamos no solo de palabra sino de mente y corazón en que Dios está obrando a nuestro favor!
Hemos formado una manera de pensar que dice que el enemigo nos impiden confiar o vivir en la plenitud de la palabra de Dios. Lo cierto es que el enemigo resulta estar frente al espejo (nosotros mismos), tenemos mentalidad con limitaciones que a pesar de que queremos confiar en nuestro interior no podemos porque hemos fortalecido pensamientos de mal, no podemos creer por cosas buenas cuando pasamos nuestro tiempo pensando cosas malas. Para confiar en Dios, necesitamos renovar nuestra mente, cuidar los pensamientos que les estamos dando poder y alimentarnos de palabra de Dios.
Tampoco podemos hablar sus promesas cuando nos hemos estado alimentando de lo que no proviene de Dios. No tiene nada de malo que leas novelas (a mi me gustan) o suspenso, o motivación, lo que no resulta provechoso es que antepongas eso a la palabra contundente de Dios que es la Biblia.
Confianza en tu Padre no llega cuando no le conoces, llega cuando conociéndolo has sido testigo de su amor. Confiar no es fácil, pero tampoco es imposible. Todos debemos aprender, las circunstancias, la personalidad, las vivencias, nuestro alrededor son factores que o nos ayudan o nos estorban, quizá es necesario borrar y volver a empezar.
Cosas prácticas para confiar:
1. Escribe textos bíblicos que fortalezcan tu confianza, pueden ser promesas, o aquellos que te han marcado, cuando duda comience a querer aparecer, en voz alta repite esos textos, no como ritual sino como arma espiritual para apagar a voz del miedo.
2. Mantente conectado a Dios, a la Iglesia, a tus grupos de conexión, y no dejes de congregarte ni de alimentarte espiritualmente.
3. No hables tus dudas, hablamos lo que ya pensamos, mejor habla las verdades que Dios ya te dio, para eso primero fortalece esos pensamientos, activa tu fe en tus pensamientos y luego háblalo.
4. Adora por encima de tus emociones. Sí eso también fortalece tu confianza.
5. No encomiendes a otros que oren para que tu confianza crezca, claro que ayuda que otros oren, pero a ti te corresponde buscar primero el reino de Dios, tú eres el principal interesado, tú quieres la añadidura entonces, tú esfuérzate.
Confiar en Dios requiere fe, no confiar también, usa tu fe para creer por lo que Dios ya dijo que era para ti.