Lugar Secreto

CAPITULO 4.

Tiempo presente.

          Hoy fue mi tercer cita con Alma, me costó mucho decidir verla, y fui más por amor a la señora Débora (la mamá de Raúl) que por mí. Dice que Alma es muy buena, y comienzo a comprobarlo. Desde que nos despedimos Raúl y yo no había vuelto a nuestro lugar secreto, después de tantos años de amistad claro que teníamos uno, no era tan secreto pero era silencioso y podíamos ver las estrellas con el sonido de los grillos, eso lo hacía perfecto…

       …-Ir lento no significa que no vayas avanzando, sólo significa que te haz vuelto más selectiva para elegir el siguiente paso, lo importante es que no te detengas, un día a la vez, un momento a la vez, sin prisa pero sin dejar de moverte –eso me lo dijo Alma y fue como una luz en medio de toda la oscuridad que siento con su ausencia. Me dijo que cuando estuviera lista fuera a un lugar significativo para los dos y contemplara lo que me rodeaba…

      …-Lo que te den ganas de hacer hazlo, quizá grites, quizá llores, quizá te den ganas de vomitar, quizá no puedas llegar, quizá te de paz, reconoce lo que sientas y lo hablaremos la siguiente cita -insistió que no hay un sentimiento correcto, no hay un sentimiento ganador, lo que sea que sientas solo acéptalo.

Esa palabra me golpeó el corazón y me recordó una plática con Raúl cuando no quedé en medicina.

Año 2013

      …-Mi vida ya no tiene sentido, no estudié lo suficiente, no soy capaz, no tengo lo necesario para esto, la abuela tenía razón –Raúl me detuvo después de quejarme y quejarme

      -Ximena –cuando decía mi nombre, estaba hablando en serio… tu puntuación fue alta, pero hay muy pocos lugares, te esforzaste, estudiaste intensamente, no hablamos mucho los últimos meses por que dedicaste tu tiempo, tu mente, tu fuerza a esto, no te subestimes, sólo acéptalo y aprende de esta experiencia, no siempre se tiene lo que se quiere cuando se quiere, sino cuando se está listo, con persistencia hasta una gota de agua penetra una roca, la próxima vez lo harás y lo vas a lograr.

      -¿Próxima vez? ¡Claro que no! No lo volveré a intentar

      -Lo harás

      -¿Por qué confías más que yo?

      -Por que te conozco, por que sé que se necesita más que esto para que te rindas, no era tu momento, este año no lo perderás, trabajarás, crecerás y estudiarás más, la vida es más que quedar en una Universidad. Debes prepararte para estar lista, no está mal llorar deja de estar aguantándote –me abrazó

Como niña chiquita que le quitaron su paleta comencé a llorar, cuando me calmé le dije que como sabía que quería llorar, me dijo que mi labio me temblaba como si estuviera bailando –y comenzó a bailar. Siempre encontraba una manera de hacerme sonreír. Limpió mis lagrimas y besó mis ojos.

Tiempo presente

        “Sólo acéptalo”. Manejé hasta ahí, lo hice sin música, el radio apagado, sólo escuchaba mi respiración, me estacioné en el mismo lugar de siempre, abrí la puerta, me bajé, caminé tres pasos y los grillos estaban ahí, comencé a escuchar los grillos, mi corazón comenzó a latir rápido, me regresé al carro, me sentí aguada, no se como me metí al carro, mis brazos no podían agarrar el volante, pasé saliva, quería llorar pero era tanta mi debilidad que cerré los ojos y comencé a repetir en voz alta – “solo acéptalo, solo acéptalo, solo acéptalo” y fue como si hubiera dado con la contraseña de la caja fuerte, ahí, apreté el botón que por los últimos 3 meses había estado bloqueado. No hubo nadie que estaba vez limpiara mis lagrimas, pero algo bueno pasó. Aceptar mi realidad es mi tarea, no está mal llorar.

Sé que volveré a ir y la próxima vez lograré contemplar lo que me rodea, lo sé por que la vida me ha enseñado que las cosas no pasan cuando quieres sino cuando estás lista.

Entré a medicina en el 2014.

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